Cápitulo 37

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Yoongi gruñó entre sueños, girando su brazo a la derecha, movió la mano al rededor, arrugando el entrecejo al solo sentir una pequeña figura. Levantó la cabeza somnolienta, notando la ausencia del omega. Soltó un gruñido bajo, provocando que el cachorro refunfuñara en sueños. Se removió del cálido nido creado en el suelo, sentándose y buscando a Jimin al rededor, al no encontrarlo, se levató, cargando a un dormido Minyoon en brazos.

Caminó unos cuantos pasos, cuando un lastimero quejido llegó a sus oídos. Subió las escaleras lentamente, con el cachorro fuertemente acurrucado hacia sí. El sonido, le guió a la habitación principal, sintiendo su corazón romperse ante la escena que tenía delante. Jimin se encontraba en el suelo, sentado, en la puerta del baño, con la tenue luz encendida iluminando sus rosadas mejillas, llenas de lágrimas.

— ¿Yo-o-n? — tartamudeó la suave voz del castaño.

El azabache sintió su lobo aullar, con rápidos pasos, dejó a Minmin envuelto entre las cobijas y caminó hacia el menor.

— ¿Qué pasó? — preguntó en voz queda, acercandose lentamente.

— Yo... yo que-quería — sollozó el omega — darme una ducha — susurró — pe-pero, no, no tengo la fuerza suficiente — finalizó lastimero, removiendo las lágrimas con sus regordetas manos.

Yoongi reprimió la pequeña sonrisa que surgió. A pesar del dolor que le causaba ver a Jimin indefenso, la ternura que emanaba, hacía a su corazón latir rápidamente y saltar por todo el lugar.

Se levantó con rapidez, abriendo las llaves de la tina, hasta estar conforme con la temperatura. Se giró hacia Jimin que le observaba con ojos grandes y húmedos. Sonriendo de forma condescendiente se acerco y le susurró

— Ven aquí, este alfa tonto te ayudará — provocando que el menor soltara una pequeña sonrisa.

Con delicadeza y dulzura, levantó el cuerpo de Jimin (que a su parecer estaba algo más liviano de lo que recordaba) y lo llevó hasta la encimera, sentándolo con facilidad en el espacio entre ambos lavamanos. Lo desvistió lentamente, clavando la mirada directamente en sus ojos cuando llegó el momento de remover la ropa interior. El menor solo asintió. Al encontrarse desnudo y sonrosado por el calor que comenzaba ha acumularse en el baño, fue cargado de nuevo, siendo ayudado a ingresar en la tina, soltando un suspiro, qué complació profundamente a Yoongi.

El alfa prontamente, retiró la ropa que tenía, dejando aún puestos, los boxers negros. Notando como el menor, desviaba a propósito la mirada de su cuerpo y sus mejillas se calentaban un poco más. Soltando una pequeña sonrisa por aquella reacción, ingresó a la tina detrás de Jimin para servir como espaldar. Al encontrarse sentado, movió al omega hacia sí, deleitándose con un sonido gustoso proveniente del contrario.

— ¿Estas cómodo? — preguntó el alfa, mientras movía levemente la tapa de la tina para que no se desbordase.

— Mmmhmmm — murmuró el omega, acurrucándose un poco más.

Yoongi buscó con la mirada los productos de baño, sonriendo al encontrar aquel jabón de macadamia que Jimin siempre había solido usar.

— ¿No has cambiado nada, verdad? — cuestionó sonriendo.

— Cállate alfa tonto — riñó el menor con una risita.

Yoongi esbosó una sonrisa, tomando el gel de ducha entre sus manos y comenzando a dirigirlo por los brazos del omega, lentamente recorrió los hombros y la espalda, luego bajando por su pecho hasta el vientre, donde aquella cicatriz, llena de preguntas sin respuesta, se alzaba tenue. Poco a poco, bajó por los esbeltos muslos de Jimin, quien por inercia recogió las piernas, permientinedo al alfa disfrutar de esa parte del cuerpo del menor que tanto amaba. Con ternura, se encontraba haciendo pequeños circulos en los tobillos, mientras el contrario recostaba la cabeza en su hombro y soltaba murmullos relajados.

Siendo interrumpidos, por unos pequeños pasos acercándose desde la puerta.

— ¿Appá? — susurró el cachorro.

Jimin de inmediato se separó de Yoongi, estirando los brazos hacia su hijo.

— ¿Estás bien? — indagó con la garganta apretada.

El cachorro dejó de de rascar sus ojitos y asintió, caminando hacia su padre, quien removió la pijama de basket y lo sumergió rápidamente en la tina. 

El pequeño entró somnoliento, tomando por inercia el pequeño patito de hule que se encontraba en la esquina para jugar. Yoongi y Jimin se miraron fugazmente, ambos entrando en recuerdos del pasado frescos y dulces pero al mismo tiempo dolorosos, como todo lo que estaba sucediendo en sus vidas.

2/2

¡Hola a todos! ¿Cómo están? Espero que la estén pasando bien o en el mejor de los casos que se encuentren a salvo con todos estos momentos difíciles que nos están rodeando. Espero les haya gustado, recibo tomates y estaré atenta a todos sus comentarios. Besitos en las nachas y nos leemos por ahí. 



Mistakes «Yoonmin» - Omegaverse -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora