II: Capítulo 3

5.9K 726 139
                                    

Al llegar al restaurante, los cachorros no hacían más que decir ¡wow! por todas partes, ante las brillantes molduras y estilizadas luces. Por su parte el castaño miraba todo con algo de asombro. ¿Alguna vez había estado en un lugar así?

Yoongi sonrió complacido por la reacción, era justo lo que buscaba, llenar a Jimin de todas las cosas que en el pasado no le pudo dar, ya sea porque su padre no le dejó acceder a las acciones de la empresa o porque su salario no lograba mucho más que mantenerlos a flote y eso, con la ayuda del menor.

— Buenas tardes — saludó el anfitrión, frunciendo el ceño al ver a los cuatro cachorros al lado del omega — Lamento informar que no tenemos mesas disponibl-

El alfa se percató de ello, plantando una expresión fría en su rostro.

— Hice una reservación en horas de la mañana — interrumpió. 

Jimin se encontraba atento a la conversación, pues para él no había pasado desapercibida la expresión de desagrado.

— Lo lamento mucho señor, pero es imposible conseguir una reservación el mismo día, creo que usted se ha equivocado de restau-

El aroma del anís mezclado con molestia saturó el ambiente, permitiendo que se identificara al anfitrión como un beta por su insensibilidad.

— Me veré en la obligación de llamar a Jung Hoseok para arreglar esta... hummm ¿Cómo lo llama usted? ¿Equivocación?

El castaño quiso reír al ver al mozo palidecer.

— Me disculpo con usted — anunció en voz baja — ¿Podría decirme su nombre?

— Min Yoongi — dijo el alfa con desdén.

El beta de la entrada perdió todo color de su rostro, notando que era la primera reserva de su lista, efectivamente para seis, especificando niños en ella y recomendada por el dueño. El Señor Jung.

— Yo... me ... me disculpo de nuevo — tartamudeó — Por favor, sígame por aquí Señor Min.

Yoongi tan solo sonrió estirando sus brazos en una clara invitación para que el omega fuese el primero en entrar. Se sentaron en la única mesa del balcón, exclusivamente reservado para ellos. Jimin admiró la vista a la ciudad de Seúl, imponente y hermosa desde aquella altura, así como la exquisita decoración del lugar.

Observó la mesa, arrugando el entrecejo al ver tantos cubiertos sobre ella. ¿Es que acaso no necesitaría sólo una cuchara y palitos para comer?

El alfa estuvo a punto de reír ante la reacción pero se limitó a toser levemente.

— Siéntense por aquí — indicó a los cachorros.

Como siempre Daehyung se sentó a la cabecera esperando que del otro lado Haeri fuera quién ocupase la silla. La incomodidad creció y una pizca de celos apareció al ver como su padre alfa le pedía a Minyoon que se sentara a su lado y no a su hermana. ¿Qué rayos le estaba pasando a su padre que estaba prefiriendo al menor?

Los menús fueron entregados y Jimin soltó un jadeo que el alfa escuchó al otro lado de la mesa. El castaño levantó su rostro hacia el pelinegro y este esperó paciente para escucharlo.

— Esto es una locura — soltó el omega — ¿Cómo es posible que cobren trescientos cincuenta mil wones por un plato de pollo? — cuestionó arrugando el entrecejo — Será mejor que nos vayamos de aquí, acabarás pagando una pequeña fortuna por esta única cena, eso no está bi-

— Es lo que mereces — dijo el alfa, sintiéndose agradecido con el mesero, que a pesar de la elegancia del lugar había traído crayones y papel para que sus hijos se entretuvieran y así poder conversar con el omega tranquilamente.

Mistakes «Yoonmin» - Omegaverse -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora