55: Nuevo hogar

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—Anna... Echa un vistazo... ¿Qué es esta habitación?

Cuando Anna miró lo que había dentro se quedó igual que su hermana. La habitación era un dormitorio de dos literas completamente desordenada y llena de polvo. Las paredes dañadas y llenas de nombres que no conocían a la vez que varios conjuntos de palitos para contar los días que pasan. La palabra "ayuda" llenando los huecos sobrantes y en el centro de todo, la palabra "Poachers". Habitación digna de una persona con trastornos mentales.

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Ya era de día. Él abrió los ojos un poco desorientado. Miró el ventilador del techo atentamente como si fuese lo más importante del mundo. ¿Qué había pasado? Después de un tiempo en el que la cabeza dejó de darle vueltas pudo entender la situación. Estaba atado completamente en la mesa de la habitación de vigilancia. 

— ¡Maldita sea! ¡Esos mocosos me las pagarán!

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POV ______:

Tengo un reloj interno. Gracias a él consigo levantarme treinta segundos antes de que Emma y sus gritos me despierten de repente. Aproveché y me fui al baño a lavarme los dientes. También cogí un pequeño trozo de pan para empezar el día mientras observaba el bostezo enorme de Emma. Ella cogió un cazo y una cacerola de metal y se paseó por nuestras camas colocadas linealmente en el suelo. Los niños se despertaban contentos y sintiéndose a gusto. Sus caras de felicidad lo demostraban, habían dormido bien y de un tirón. 

— ¡Dormir en colchones se siente genial! —gritó Christie. 

— ¡Oh! ¡Yo dormí tan, tan bien! —dijo Alicia.

—Mmmm... Si... —respondió Ray frotándose un ojo todavía un poco dormido— Estuvo muy bien...

— ¿Los colchones siempre fueron así de mulliditos? —preguntó Mark abrazando a su almohada.

— ¿Cierto? ¡Está genial! —siguió Jemima.

Me alegro de que los niños estén contentos. Se merecen un gran descanso. 

— ¿Puedes encargarte de los dormilones, ______? —me pidió Gilda—. Hay que hacer muchas cosas hoy...

— ¡A la orden! —exclamé haciendo el saludo militar. 

Gilda me agradeció y se puso a recoger su cama. ¿A quién despierto primero? Eché un vistazo por toda la habitación y me encontré a Nat y Lannion aferrándose a sus sábanas.

Cogí carrerilla y me tiré encima de Nat.

— ¡¡¡______!!! —gritó él al despertarse de un sobresalto— ¡Casi me matas del susto! ¡Quita de encima, me aplastas!

— ¿Me estás llamando gorda? —me incorporé con la ceja alzada.

Él inmediatamente se sentó correctamente y puso la expresión más seria del mundo.

—No, para nada. Pesas como una pluma. Písame la cara si quieres. Adoro que me aplastes.

—Ya decía yo... —reí un poco, le di un beso en la mejilla y luego me levanté— Venga, arriba —dije extendiéndole la mano—. Ayer dijiste que encontraste un piano, ¿verdad? Quiero escucharte tocarlo.

Cuando Nat recogió su cama, Thoma empezó a llamarme a gritos.

— ¡______, ______, ayuda! ¡Lannion no se mueve!

El tonto cabeza de cebolla seguía babeando en la almohada. Lo cogí del pie y con un poco de fuerza lo dejé en el aire. Él seguía durmiendo.

— ¡Lannion, despierta! —gritamos Thoma y yo a la vez que comencé a zarandearlo.

Cambiemos el Mundo [Rayis x The Promised Neverland]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora