Cambiemos el Mundo [Rayis x The Promised Neverland]

47: El principio de todo

— ¿Podrías contarnos...? ¿Por favor? —preguntó Emma.

La puerta de la verdad está a punto de abrirse. ¿Qué pasará después de esto?

— ¿Qué le pasó a la humanidad? ¿Qué sucede ahora con el mundo?

— ¿Cómo es el mundo exterior? —pregunté— ¿Qué pasó hace treinta años? Dinos, por favor.

Apreté los puños. Todo depende de esas respuestas. Sung-Joo tardó unos segundos en responder.

—Nada. No ocurrió nada.

¿Qué?

—No sé cómo llegasteis a la cifra exacta de treinta años, pero el mundo ha estado así desde hace muchísimo tiempo.

— ¿Qué quieres decir? —preguntó Emma sorprendida.

—Podría ser... ¿Que esto no es la tierra? —dedujo Ray.

— ¿Qué?

—Ray tiene razón —contesté—. Eso explica el ecosistema tan diferente al que nosotros tenemos. Tal vez porque esto no es la Tierra...

—No.

— ¿¡Entonces que pasa con el calendario!? ¿¡Las fechas son falsas!? —explotó Ray— No es el año 2046, sino un planeta diferen...

—No —cortó Sung-Joo—. Estamos en la Tierra, en el año 2046. Al menos eso es lo que dicen los humanos de su calendario.

¿Qué? 

— ¿Entonces...? ¿Cómo? —Emma inclinó su cuerpo un poco más, curiosa por saber la respuesta. 

—Dejadme contaros una historia del pasado, cuando el mundo era mucho más grande de lo que es ahora —me extendió el vaso que rellenó antes. 

Me acerqué para coger la taza, agradecer por ella y luego arrastré a Ray para que quedásemos los tres en una línea escuchando la historia.

—Era un vasto y grandioso mundo, de hecho. En ese entonces todavía no había granjas. Era un mundo extenso con abundantes humanos... Y los demonios podían cazarlos y devorarlos para poder subsistir.

"Los demonios eran depredadores, y los humanos, la presa. Hubo humanos que se rindieron ante ellos por puro miedo, otros que los detestaban se convirtieron en los nuevos cazadores. Con el miedo de ser devorados, lanzas, hachas y arcos en mano junto con un fuerte espíritu vengativo, eventualmente los humanos terminaron asesinando a más demonios que vidas de humanos arrebatadas por ellos. Y los demonios, a su vez, comenzaron a odiar a la raza humana. 

Interminables masacres, terror constante por ser devorado el día de mañana... Al final, cuando ambos bandos no dejaban de sufrir con las grandes consecuencias de la guerra, una propuesta proveniente de la raza humana detuvo toda esa pesadilla. Hagamos un trato. Los humanos no volverán a cazar demonios y los demonios no volverán a cazar humanos. Este mundo en el que vivimos será dividido en dos. Todo empezó con esa promesa. La ancestral promesa que los humanos y demonios sellaron años atrás. La que dividió el mundo en dos razas."

—Ahora estamos viviendo en la parte del mundo de los demonios. No hay humanos aparte de vosotros porque este no es vuestro territorio. Así que no ha cambiado casi nada desde entonces. Los niños de las granjas sois como un regalo de despedida, dejados atrás por vuestros ancestros cuando abandonaron el lado de los demonios.

¿Qué?

— ¿Dejados... atrás? —susurró Ray estupefacto. 

— ¡Eso no tiene sentido! —exploté yo esta vez, dejando caer algunas gotas del té al moverme muy rápido, pero no me importó—. Es muy cruel.