2: ¿Qué está pasando?

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Mis ideas volaron. Una cada vez más horrible que la otra. Vamos a morir. Todos vamos a morir. Hay que escapar como sea. Norman, Emma, Ray y yo escaparemos cueste lo que cueste. Pero en el fondo deseo que solo fuera una pesadilla.

No puede ser real. No quiero que sea real.

A las cuatro y cinco de la madrugada, Emma se despertó sobresaltada. Una pesadilla. Fingí dormir mientras ella se calmaba. Cuando lo hizo, se durmió de nuevo. Decidí hacer lo mismo porque si no lo hago, las ojeras me delatarán y Mamá sospecharía.

Hoy ha sido la primera vez en mi vida que me despierto a las seis. Escuchar el grito de Emma me asustó tanto que salté como si me hubiesen puesto un petardo en la almohada.

— ¿______, estás bien?

Le respondí a Gilda con un asentimiento de cabeza y me dispuse a vestirme.

Tengo que fingir que nada pasó, tengo que ayudar en el plan de huida, pero no puedo hacerlo hasta que Norman y Emma me cuenten lo que en verdad pasó para confirmar todas mis hipótesis.

Lo mismo cada mañana. Todos los demás son ignorantes a esta información, por lo que siguen alegres y sonrientes. Deseo que todo hubiese sido un simple mal sueño. Llevé a Eugene a los lavabos y luego al comedor, donde juntos pusimos los cubiertos en la mesa.

— ¡Buenos días, Emma, ______! —sonrió Norman.

Emma le devolvió el saludo un poco decaída y yo asentí con la cabeza. Norman le susurró al oído algo que pude escuchar. "Sonríe, Emma. No querrás que te descubran".

— ¡Buen provecho!

Si al final nos van a acabar matando, Mamá es el enemigo porque deja que lo hagan. No podemos confiar en ella. Al no traer de vuelta a Little Bunny, Mamá ya sabe que uno de nosotros rompió las reglas y seguramente habrá puesto un plan en marcha, igual que nosotros. Por ahora hay que actuar como siempre. No debemos decírselo a nadie. Tenemos que encontrar la manera de salir de aquí.

Después de los exámenes, mis hermanos jugaron un largo rato a Las Traes, pero Norman y Emma estaban en un lugar un poco apartado, seguramente planeando su siguiente paso. Luego se fueron al bosque, supongo que a explorar detenidamente el territorio para poder escapar.

Me quedé al lado de Ray, bajo el árbol. Sé que debo mejorar mi condición física desde ya, pero primero quiero tener las cosas claras. No puedo hacer un movimiento hasta que Emma o Norman me cuenten lo que pasó, se supone que yo sigo ignorante.

—Oye, ______. ¿Cómo te están yendo los exámenes? —preguntó desinteresado.

—Pues, me dan un poco igual los exámenes, la verdad —mentira. También quiero sacar la máxima nota como ellos.

—Es que Mamá me ha confiado un secreto. Dice que tus notas han bajado alrededor de veinte puntos y quiere saber si te pasa algo. Me pidió a mí que te preguntara.

—Ah, eso... Es que hoy me levanté con el pie izquierdo. Pero no pasa nada, siguen siendo exámenes sin importancia —dije sin interés.

_Pues a mí sí me importa —me miró seriamente cerrando el libro en sus manos—. ¿No es uno de tus propósitos llegar a la máxima nota? Quiero que cumplas tu sueño antes de salir de aquí, así como el mío es leer absolutamente todos los libros que hay en esta casa. Si quieres, te ayudo a mejorar.

—Muchas gracias, Ray. Solo prométeme que no se lo dirás a nadie, lo de mis notas —él asintió.

Sospechas y más sospechas. Mamá sabe que algo me pasa, estoy en su punto de mira. Por favor, Ray, no hagas que piense mal de ti. Siempre estás a cargo de todos nosotros, eres como el delegado de los niños, el más cercano a Mamá. Y ahora con los exámenes... Ray nunca se preocupó de esa manera por mí. En cambio, sí me lo creería de Norman y Emma porque siempre quieren ayudar, pero Ray nunca me ayudaría en los estudios. Y si lo sugiere, debe ser por otra razón más.

Si al final todos vamos a morir, ¿por qué se empeñan en seguir adelante con los exámenes? Hay ropa blanca y pulcra, comida deliciosa y un horario rigurosamente estructurado. ¿Por qué se toman tantas molestias?

Si esto es una prisión en espera de nuestro cadáver, ¿qué habrá más allá de la valla que rodea el bosque? ¿Cómo será el mundo exterior? ¿Qué habrá más allá?

La seguridad en Grace Field es mínima. ¿Y si los niños que saben del secreto intentan escapar? Somos niños con una inteligencia superior, no deben tomarnos a la ligera. Seguro que hay más métodos de vigilancia aparte de Mamá. ¿Cómo saldremos de aquí? ¿Por dónde? Necesito respuestas.

¿Cómo es que Mamá sostiene esa mirada llena de amor con una sonrisa cálida, sabiendo lo que nos harán una vez que seamos adoptados?

Ya se escucha la campana. Emma y Norman todavía no han regresado. Cuando estábamos casi todos reunidos, ellos por fin llegaron.

— ¿Están todos aquí? —interrogó Mamá.

—Faltan dos —dijo Gilda.

—Pues... —comenzó Nat— Faltan Naila y...

— ¡Mark! —gritó uno de los pequeños.

Mark llegó corriendo, agitado y llorando, temblando de los pies a la cabeza.

— ¡Mamá!

— ¿Qué ha pasado? —dijo mamá agachándose a la altura de Mark.

— ¡Es terrible! ¡Me separé de Naila en el bosque y se perdió! ¡La busqué por todos lados, pero no la encontré!

—Ya se ha puesto el sol y muy pronto oscurecerá —recordé yo.

Mamá sonrió cálidamente. Metió su mano en el bolsillo y sacó su reloj de mano. Lo abrió y miró detenidamente. Luego lo cerró de un golpe seco y se levantó con otra sonrisa.

—No te preocupes. Quedaos aquí, ¿entendido, niños? —caminó hacia el bosque.

—Mamá... —susurró Mark.

Al cabo de un rato, Mamá volvió con Naila en brazos.

— ¡Mamá!

— ¡Naila!

Todos los pequeños se acercaron corriendo, mientras que los mayores lo hicieron andando.

—Se cansó y se quedó dormida. ¡No tiene ni un rasguño! —dijo Mamá.

—Menos mal...

— ¡Perdóname, lo siento mucho, Naila! —lloraba Mark.

Me quedé de piedra. Emma y Norman también. Me acerqué a ellos procurando que no me notasen, aún sorprendida y asustada por lo que Mamá puede hacer. Empecé a escuchar su conversación.

— ¿Cómo es que la ha encontrado tan rápido? Es como si supiera dónde estaba Naila —declaró Norman perplejo.

—Ahora que lo pienso, Mamá siempre ha sido buena encontrándonos —dijo Emma aterrada—. Sin importar dónde nos escondiéramos. Esa cosa no es un reloj. Es un transmisor. Podríamos tener uno en nuestro cuerpo.

—Si es así, cuando escapemos, ese objeto nos podría echar a perder el plan por completo. Sería un "Game over". Nos mostró el reloj para hacernos entender que ya sabe que no fue Conny quien llevó hasta allí a Little Bunny.

—Es una declaración de guerra. "Nadie puede escapar" Eso es lo que intenta decirnos.

Mamá sonríe al tranquilizar a los demás niños que la rodean. Una imagen pura y aterradora al mismo tiempo.

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Extra.

RAY:
N° 81194.
Cumpleaños: 15/01/2034.
Edad: 11 años.
Altura: 1,5m.

NORMAN:
N° 22194.
Cumpleaños: 21/03/2034.
Edad: 11años.
Altura: 1,45m.

EMMA:
N° 63194.
Cumpleaños: 22/08/2034.
Edad: 11 años.
Altura: 1,45m.

______:
N° 64194.
Cumpleaños: 25/11/2035.
Edad: 10 años.
Altura: 1,46m.

Cambiemos el Mundo [Rayis x The Promised Neverland]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora