34: Detrás de escena

1.2K 158 87
                                    

—Muy bien, Ray. ¡Es hora de que te cambies! —exclamé agarrando la caja de cartón mientras que Thoma sostenía la ropa y Lannion los zapatos, ambos riendo.

— ¡Te lo explicaremos luego! —aclaró Emma. Ray estaba muy confundido— Todo va de acuerdo al plan de Norman. ¡Escapemos todos juntos, Ray!

Mientras que Ray se cambiaba de ropa en el baño, Thoma, Lannion y yo nos pusimos a trabajar. Por otro lado, Emma cogió el bisturí del kit de primeros auxilios que estaba guardado en la caja que trajeron Thoma y Lannion.

Cuando Ray volvió arreglándose la manga todavía no parecía convencido. Me acerqué a él con una sonrisa, ocultando mi sed de sangre.

— ¿Ya te terminaste de cambiar?

—Sí... Pero, ______... Yo...

Le di una buena bofetada de esas que dejan marca por varios minutos.

Inmediatamente agarré el cuello de su camisa y lo acerqué a mí. Nuestras caras separadas por cinco centímetros. Me dediqué a gritarle tan fuerte como pude sin hacer tanto escándalo para que Mamá no nos escuchara.

— ¡Ni se te ocurra volver a pensar en morir, estúpido emo cíclope depresivo! ¡Todos estamos contigo, Ray! ¡No estás solo! ¡Veamos el exterior juntos!

—______... —me llamó Emma.

Me separé de Ray y me acerqué a mis hermanos pequeños mientras respiraba como un toro. Al verlos a los dos asustados regulé mi respiración y les sonreí. Dentro de la caja que ellos trajeron había una tijera perfecta para colocar la guinda del pastel.

—No... No entiendo nada... Chicos... —Ray miró a Emma muy confundido—. Emma... Yo ya tenía planeado...

Ese fue el turno de Emma de desahogarse, así que también le dio una bofetada a Ray. Cogió sus mejillas y lo acercó a su cara como lo hice yo antes.

— ¡¿Aún pretendes morir, testarudo?! ¡Deja esas tonterías! ¡Cállate de una vez y huye con nosotros!

— ¡Emma! ¡Ya terminamos, estamos listos! —exclamamos nosotros tres.

Ellos dos se acercaron. Ray ni me miró. Creo que sigue pensando en lo que Emma y yo le dijimos. Por fin pudo ver nuestra obra de arte.

— ¿Qué? —Ray estaba cada vez más desconcertado.

En el lugar donde Ray había vertido el combustible estaba la ropa que él tenía antes. Encima de ésta, varios tipos de carne: Salchichas, chorizo, filetes, beicon... Por último, dos trenzas de pelo rubio y varios mechones de mi pelo. Nuestra obra de arte.

—Es tu doble —dijo Lannion sujetando una bolsa donde venían envueltos los chorizos y enseñándosela a Ray—. ¡Norman dijo que sería más fácil engañar a Mamá de esta forma!

— ¡Aparentemente el olor es muy realista! —completó Thoma.

— ¡Será una rica barbacoa! —exclamé yo riendo burlonamente y sobando mi tripa.

Ray se volvió blanco como el papel.

—Pero... Esas trenzas... Ese pelo... —Ray me volteó a ver— ¡______! 

Sonreí como si nunca hubiese roto un plato.

— ¿Te gusta mi nuevo peinado? —reí— Anna y yo nos pusimos de acuerdo así que dimos nuestro pelo. ¡No me mires con esa cara de horror! ¿Tan mal me queda? —pregunté agarrando un corto mechón.

Ahora tengo el pelo parecido al de Emma solo que un poco más largo, llegando por hombros. Algunos mechones son más cortos que otros, pero yo pienso que no me queda tan mal.

Cambiemos el Mundo [Rayis x The Promised Neverland]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora