Cambiemos el Mundo [Rayis x The Promised Neverland]

32: Nunca nos rendimos

Los tres teníamos miradas lúgubres. Nadie decía nada hasta que Ray rompió el silencio.

—Chicas... ¿De verdad os rendisteis? —preguntó. Él cerró el libro de un golpe y nos miró seriamente— En realidad nunca os rendisteis, ¿verdad, Emma, ______?

Ambas levantamos la cabeza sonriendo malévolamente.

He estado esperando impacientemente este día.

Me dejé caer sobre la cama. Rápidamente me puse boca abajo y enterré la cabeza en la almohada al mismo tiempo que la mordía. Luego grité. Grité hasta que no pude más. Comencé a llorar silenciosamente.

Piensa, ______, piensa. ¿Qué puedes hacer para contraatacar? Piensa... Piensa...

Nada. No se me ocurre nada.

¿Qué debo hacer? Siento que todo está en mi contra...

Norman...

Esa noche me quedé en vela, analizando la propuesta de Mamá. Ella tiene razón.

Y como dijo Ray... Muramos todos aquí.

Revisé el reloj de nuevo. Ya es hora de dormir. Mis hermanos me desearon buenas noches y me dejaron tranquila. Unos minutos después la puerta se volvió a abrir. 

— ¿______? —preguntó Eugene.

Sonreí con los ojos todavía hinchados.

— ¿Sí?

Él solo se acercó a mí, subió a la cama y me extendió una hoja de papel doblada en cuatro.

—Antes de que la hermana Krone se fuera, me dijo que te entregara esto cuando te sintieras triste. 

Cogí el papel con el ceño fruncido. Eugene me dio una pequeña sonrisa, se colocó encima de mí, abrazándome. Se durmió en cuanto su cabeza tocó mi pecho. Supongo que hoy dormirá conmigo. 

Abrí la hoja. La luz de la luna era suficiente para leer en la oscuridad. 

¿Ya dejaste de llorar, pequeña mocosa? Porque esto acaba de comenzar. 

Sé que has perdido a alguno de tus amigos. Es predecible que, al matarme, Isabella quiera encargarse de vosotros personalmente. Pero todos tenemos una razón para sobrevivir.

No seas estúpida y levántate. Pelea. Lucha. Sobrevive. Esto todavía no ha acabado. Esa arpía te habrá propuesto ser Madre y tú habrás caído en sus engaños por tu instinto de supervivencia, pero te dije que no te recomendaba ser Mamá. Tampoco hermana, menos Abuela. No querrás terminar como yo. 

Se supone que eres de las más listas en la granja, por algo sigues viva. Así que utiliza ese cerebro tuyo y escapa. No te diré más. Solo que analices la situación y que cumplas tu sueño. No quiero verte pronto.

Sonreí burlona a pesar de las pequeñas lágrimas que caían de mis ojos. He actuado como una niña pequeña todo este tiempo.

Es hora de contraatacar.

Veamos... ¿Por dónde empiezo? Me llamó la atención lo de los rangos de los adultos. Al parecer, ser hermana es de principiantes. Ser Abuela es el puesto de mayor rango. No debo subestimar a los adultos. 

Sé las razones de la hermana Krone para llevar bajo su mandato este orfanato, pero ¿cuáles son las de Mamá? ¿Y cuáles son las mías? Mejor eso lo pensaré después.