48: Regaños

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Encontraremos a William Minerva. Ese es nuestro próximo objetivo. 

El peor de los casos era que no hubiese vida humana, que tuviésemos que estar huyendo constantemente incluso tener que exterminar a los demonios para vivir en paz... Pero ahora hay una mejor opción: Seremos libres. Nos traeremos a todos y escaparemos del mundo de los demonios.

Después de dormir y reponer fuerzas, hoy le tocaba a Ray encargarse de los pequeños. A pesar de eso, a cada mirada que cruzábamos me daba la sensación de ser juzgada. ¿Ahora qué he hecho mal?

Él y el resto de los niños seguían de cerca a Sung-Joo y Mujika quienes nos enseñaban el camino por los túneles.

—No os preocupéis —dijo Sung-Joo—. Ellos no os encontrarán aquí abajo. Yo mismo hice este camino a base de los túneles de los árboles vampiro muertos. Es un gran laberinto que solo Mujika y yo conocemos la salida.

—Bueno... ¡La verdad es que yo me sigo perdiendo! —confesó Mujika con una sonrisa.

—Los demonios de las plantaciones no están familiarizados con este bosque —continuó Sung-Joo—. Nos quedaremos en los túneles hasta que lleguemos a vuestro destino. 

— ¡Oh, mirad! ¡Anémonas de agua! —gritó Alicia. Jemima se puso a su lado para contemplar curiosa la anémona.

—Wow. Ya se están volviendo buenos en esto —comentó Sung-Joo. Yvette sonrió ante su cumplido. 

Alicia se acercó a Mujika seguida de Jemima. Ella agarró la tela de su capa y le preguntó inocente.

—Mujika, ¿vives con tus amigos en este bosque?

—No vivimos, solo paseamos. Nosotros viajamos por varias tierras, pero nunca nos detenemos. 

— ¿Por qué? —preguntó Dominic curioso.

Sung-Joo no contestó al instante, sin embargo, una sonrisa con dientes afilados asomó por sus labios.

—Hmmm... porque en realidad... —comenzó él, pero la voz de Don me distrajo, Emma ya terminó de informar a los demás sobre la conversación de ayer.

Ya que ahora Ray se encarga de los pequeños, nosotras dos podemos ponernos al día con los hermanos mayores al final de la fila. Cogía de la mano a Anna mientras que a mi otro lado Nat estaba un poco confuso por la nueva información.

—Una promesa... Un contrato entre humanos y demonios... —murmuró Don.

—Uno de los mensajes en código morse del señor Minerva era la palabra "Promised", ¿verdad? —preguntó Gilda.

—Así que de eso se trataba... —acertó Don.

—Tal vez —murmuró Emma.

—Pero... Sung-Joo dijo que estamos en la Tierra, pero no en el mundo humano. ¿Qué significa eso? —preguntó Nat.

— ¿Cómo que el mundo está dividido? —le siguió Anna.

—Estábamos tan convencidos de que algo sucedió en el mundo hace 30 años para quedar de esta forma que no pudimos ver más allá de la verdadera realidad... —dije triste sintiéndome un poco impotente.

Se supone que yo soy la encargada de mirar más allá de lo que hay ante nosotros, pero esta vez no pude lograrlo. Apreté un poco la mano de Anna a la vez que Nat me miraba un tanto alentador para darme ánimos.

—Pero ha sido así por miles de años. Nunca hubo tierras humanas de este lado. Ni pueblos, ciudades o países —terminé por completar mi comentario.

—1000 años atrás, humanos y demonios hicieron una promesa y dividieron el mundo en dos —dijo Gilda—. El humano y el mundo de los demonios...

Cambiemos el Mundo [Rayis x The Promised Neverland]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora