52: La nada

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—No —dijo ella—. No hay error. Exactamente estamos aquí... En el área B06-32.

— ¡¿Qué?! —gritaron todos. 

— ¿De verdad? —preguntó nervioso Don.

— ¿Y ahora qué? —se asustó Nat. 

Todos comenzamos a mirar a nuestro alrededor. Tierra, roca, estrellas, arena, tierra, tierra, roca, arena, oscuridad...

—Aquí no hay absolutamente nada... —susurré.

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—Parece que vuestro número ha incrementado estos últimos cinco días —habló él acercándose a los demonios con lanza en mano—. ¿Aún no encuentran a los fugitivos? 

Los demonios se sorprendieron ante su llegada. 

— ¡Tú eres...! 

Ni les dio tiempo a reaccionar. Sung-Joo les arrancó la cabeza y los ojos uno a uno sin piedad. 

—Ya veo... —murmuró antes de darse la vuelta y dejar sola a Mujika Pues bien... Saldré a eliminar algunas pestes. Ellos nos vieron. Incluso si los humanos mueren... Esto es inaceptable.

—Pestes... Malditas pestes... —murmuró antes de asesinar a su próxima presa— Pestes que deben ser exterminadas.

Cuando terminó con los subordinados se enfrentó al jefe y de él solo dejó una máscara rota.

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— ¿Qué podemos hacer? Estamos en el área B06-32... —dijo Emma.

Se podría escuchar hasta los grillos.

— ¿Qué significa esto? —preguntó Gilda.

— ¡Aquí no hay nada! —gritó Thoma poniendo más nervioso a Lannion.

—Ni si quiera hay algún tipo de señal... —dijo Don mirando a su alrededor.

—Nat, ¿puedes ver a algún humano cerca? ¿Algún rastro de vida? —preguntó Ray.

Nat cogió los prismáticos y los colocó delante de sus ojos.

—Creo... —anunció temeroso— Que aquí... No hay nada.

— ¿¡Después de todo esto Minerva no está aquí!?

— ¿¡Pero por qué!?

Alicia y Christie comenzaron a desesperarse y Anna intentó calmarlos.

No hay absolutamente ningún rastro de vida humana cerca. Lo único que hay es tierra y cielo. No puedo ver nada que nos diga si vamos por el camino correcto. Menos mal que Ray y yo nos adelantamos a esto, porque si lo miras como si fuese un videojuego...

— ¡TONTO, MENTIROSO, CARA DE OSO! —gritó Alicia con todas sus fuerzas.

En unos segundos el resto de niños le siguió la pataleta a su manera.

Christie se puso a saltar enravietado de un lado para otro, Alicia agarró de los pelos a Mark y lo zarandeó hasta que él casi pierde el conocimiento y luego se decantó por arrodillarse y darle puñetazos al suelo. Mark término con un aura un tanto temeraria y Rossi se sentó agarrando sus piernas y haciéndose bolita.

— ¡¡Él dijo que estaría aquí!! —Alicia volvió a zarandear a Mark.

— ¡¡Dijo que viniéramos a verlo!! —Christie pegó puñetazos al cielo.

— ¡¡Y vinimos hasta aquí recorriendo todo el gran camino!! —terminó Alicia empujando a Mark.

Tras unos segundos más, los niños se calmaron como si se les hubiese acabado la batería.

Cambiemos el Mundo [Rayis x The Promised Neverland]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora