Cambiemos el Mundo [Rayis x The Promised Neverland]

40: Las Serpientes de Alvar Pinera

—Pues los he traído. Al final sí que nos servirán como guía.

Saqué el libro de la mochila y se lo enseñé a los demás.

— ¡Es el libro de aventuras del señor Minerva!

Ray me miraba raro. Será que no sabe pensar fuera de la caja.

—Uno de los dos libros especiales que nos dedicó el señor Minerva, el que tiene como código morse Promise, promesa. El registro de las aventuras de Hugo. La historia del protagonista Hugo junto con su fiel amigo y camarada Marvine, un lémur, y sus aventuras mientras que viajan por el mundo. ¡Solo tengo que buscar la página de Las serpientes de Alvar Pinera!

—Espera, ______... ¿Estás hablando en serio? —Ray estaba alucinando. 

— ¡Aquí está! —empecé a leer como cuando le leo los cuentos a los pequeños.

La cueva de aguas profundas conocida como "Alvar Pinera" resultó ser el nido de una serpiente aterradora y venenosa. Las innumerables serpientes se entrelazan entre sí como si fueran raíces de árboles, como un solo organismo. Rodearon los muros a nuestro alrededor. El terror hizo que el tesoro a nuestros pies se sintiera aún más hermoso. ¿Estas serpientes protegen el tesoro? ¿O simplemente lo usaron para engañarnos?

—Capítulo tres de El registro de las aventuras de Hugo. Se parece, ¿verdad?

—Una cueva... El tesoro son las plantas luminosas, las serpientes son las raíces... —dijo Emma atando cabos— ¡Todo coincide ¡Habla sobre este árbol!! 

— ¡Este libro será nuestra guía! —celebré— ¿Qué te parece, Ray? 

Él se quedó estupefacto. Estará pensando que somos unas ingenuas o unas tontas, pero su respuesta me sorprendió. 

— ¡Esperen! Es cierto que las dos historias se parecen, pero... Bueno, supongo que es posible. Vamos a intentarlo —él se quitó rápidamente la mochila. 

— ¡Vale! —accedió Emma— Si el libro es realmente una guía para nosotros, entonces, la única manera de que este árbol nos ataque es...

— ¡Todos, retroceded un poco! —advertí.

Emma y yo colocamos a los pequeños más atrás para que estén a salvo. Las raíces no tienen ni ojos ni oídos. Aun así, hay una manera para que capture a su presa. Eso significa que utiliza el sentido del tacto. Pero cuando miré a Ray no dudé en pensar que es un completo idiota.

Lo que sacó de la mochila fue su propia taza para el desayuno y la lanzó contra las raíces. El instante en el que ellas tocaron la taza la destruyeron por completo. Ahora él se quedó sin taza. Por tonto.

— ¡Utiliza el tacto! —celebraron Emma y Ray orgullosos.

—No es el calor, el sonido o las vibraciones de nuestras pisadas en el suelo... —comenzó Emma— ¡Estas cosas sólo nos pueden encontrar si tocamos la punta de su raíz!

—Esos movimientos... —siguió Ray— Todo tiene sentido si piensas en ello. Cómo atacaron a esos animales... Y cómo tenemos que salir de aquí.

—Pensar con la mente clara puede salvarte la vida —aproveché para darles una enseñanza rápida a los niños—. Analizar y observar a tu enemigo, justo como lo hace Hugo en sus aventuras. Mira, piensa y hazte un camino. No sabemos casi nada del mundo exterior, caeremos y tropezaremos una y otra vez, pero podemos aprender de ello. Es algo bueno que solo tenemos los humanos.

—______, dijiste que estas son Las serpientes de Alvar Pinera, ¿no? —preguntó Ray, pero Christie no me dejó responder.

— ¡Oye, esto es malo! ¡Las raíces están cada vez más cerca! —señaló al suelo preocupado.