53: Malos modales

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— ¡Emma! —Jemima agarró la manga de Emma y tiró de ella— ¡Escuché algo detrás de esa puerta!

Emma, ​​Ray y yo nos acercamos a paso rápido. Después de vacilar por un segundo, Emma tocó la puerta que se abrió al simple toque. 

Todos nos asombramos. Lo primero que vimos fue un hombre mal sentado en una mesa con galletas encima y una taza rota en la mano rodeado de miles de pantallas. 

Pero...

—Hola —dijo el señor.

Es un hombre. Un ser humano, un adulto. ¿William Minerva?

—Fue un largo camino —habló con voz áspera—. Felicidades... y bienvenidos al refugio B06-32.

Sin duda es una persona, pero...

Después de decir eso, cogió una galleta y se la zampó de un mordisco. Con los pies cruzados sobre la mesa y mal sentado dejó de prestarnos atención para seguir tragando galletas a una gran velocidad. 

¡Sus modales son horribles! 

De reojo vi como Lannion y Thoma intentaron imitarlo e inmediatamente los agarré de los pelos de la cabeza. Ellos predijeron que ocurriría algo malo si seguían haciendo tonterías y se pusieron serios. 

¿Y qué pasa con esa taza? ¿Acaso no ve que está rota? No puede haber bebida allí dentro... ¿Entonces por qué hace que bebe? ¿Té imaginario? Además de eso sus ropas parecen harapos, como si no las hubiese lavado por un buen tiempo. Zapatos desgastados, poca barba sin cortar y pelo despeinado. ¿Qué propósito tiene este hombre en su vida? Esto es raro... Pero, sobre todo, él es decepcionante. No era lo que esperábamos...

Emma fue la única en mantener la esperanza a flote. 

— ¿Eres Minerva?

El hombre paró de hacer el estúpido y nos miró seriamente a cada uno infundiendo un poco de miedo a los más pequeños. 

—Nop. 

¿Por qué no me extraña...? Oh, será porque ¡es un completo maleducado e idiota que no se acerca ni un décimo a ser Minerva!

—Lamentablemente, para vosotros, niños, no soy William Minerva —dijo descruzando las piernas y cruzándose de nuevo cogiendo otra vez la taza junto a otra galleta. 

—Entonces, llámalo, por favor —pidió Ray—. Estamos aquí para verlo.

— ¡Él no está aquí, chico! —respondió con la mala educación de comer con la boca abierta. 

Esto ya no se trata de una persona... ¿Qué es este sujeto tan detestable?

Espera. ¿No está Minerva?

— ¡Qué lástima! ¡Aquí no hay nadie que se llame Minerva!

— ¡Entonces es verdad! —gritó Alicia saltando encima de Mark y apretándole las mejillas hasta dejarlas rojas.

— ¡Minerva es un sucio mentiroso cara de...! —comenzó Christie.

—Cállate —interrumpió Ray dándole un leve golpe en la cabeza.

Miré a mi derecha, Don estaba igual de infantil que los niños pequeños. Pellizqué su brazo y le alcé una ceja en forma de regaño para que se comportara. Inmediatamente miró al frente prestando atención a cada palabra.

—Claramente conoces a Minerva —dijo Ray—. Necesitamos más información. ¿Dónde lo podemos encontrar?

— ¡Ni idea! —empezó a mofarse él solo balanceándose en las patas traseras de la silla. Esto ya me empieza a enfadar. 

Cambiemos el Mundo [Rayis x The Promised Neverland]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora