Cambiemos el Mundo [Rayis x The Promised Neverland]

14: Explicación

—Si es así, Ray, dinos. ¿Por qué trabajas para Mamá?

Ray nos miró con aire superior.

—Fue idea mía. Es más, fui voluntariamente el perro de Mamá, así lo decidí.

— ¿Por qué? —preguntó Norman y Ray se puso serio.

— ¡Para preparar la huida! ¡Todo lo que hice fue para preparar la huida!

— ¿Para elaborar nuestro escape? —interrogué.

—Sí. Me di cuenta del secreto de la casa e hice un trato con Mamá. Lo planeé todo desde el principio. La mejor opción para conocer al enemigo y conseguir recursos es estar cerca. Prácticamente me vendí. La situación no estaba en mi contra. Mamá se dio la molestia de criarme de esa manera. Además, enviar a un niño con una puntuación muy alta no sería una opción. Y ella accedió.

Ray pensó en todo desde el principio. A eso se le llama estrategia.

—Mamá prefiere los beneficios antes que las reglas. Por eso le pedí dos condiciones. Uno: Que no me enviaran mientras trabaje para ella. Dos: Que me recompensara por hacer mi trabajo.

— ¿Recompensa? ¿Qué tipo de recompensa? —Pregunté yo levantándome lentamente asombrada por su astucia.

—Con distintas cosas. Si no lo tienen en el orfanato, lo traen del exterior.

— ¡Estabas probando qué podías obtener y qué no! —Norman se sorprendió tanto que se incorporó de un salto.

—Exacto. Así reunía información del exterior. Me dieron todas las cosas que no fuesen peligrosas, aunque no de última generación.

—Entonces, al decir que sabías cómo eliminar los transmisores ... —analizó Norman.

—Sí. Vi uno con mis propios ojos. Estuve experimentando. Tardé varios años, pero al final lo conseguí. Te aseguro que puedo destruirlos. ¿Lo entendéis?

La cara de Ray se tornó en una extremadamente loca. Alzó las manos como si pudiera tener todo su alcance, cosa que es verdad. En cambio, Norman actuó con calma, como si ya se lo esperara. Dio un paso adelante para acercarse a Ray, pero él lo interrumpió antes de que dijera algo.

—Tenéis ante vosotros la mejor carta bajo la manga, el arma suprema. Puedo apuñalar a Mamá por la espalda, la información de los transmisores y tengo mucha más información para escapar de lo que imaginan. Yo soy vuestra salvación.

Ray respiró profundo y Norman aprovechó para poner una mano sobre su hombro e intentar calmarlo.

—Desde que supe el secreto de esta casa, me preparé para la ocasión. Conseguí que nadie sospechara de mí. Engañé a Conny, dejé el peluche en un lugar fácil de encontrar, hice que Norman y Emma llegaran a la gran puerta y conseguí que ______ escuchara vuestra conversación. Como dije: Todo lo que hice fue para preparar la huida. ¡Para que vosotros tres sigan vivos! —terminó por gritar y apartar el agarre de Norman de un manotazo.

Apreté fuertemente los puños. Esa respuesta de Ray me dejó sin palabras. Le importamos de verdad, pero a la vez no me gustó. ¿Y el resto de nuestros hermanos?

—No soy vuestro enemigo, pero tampoco vuestro aliado. Depende de las condiciones soy un arma de doble filo. Os diré todo lo que sé y mentiré a Mamá, como vosotros deseáis. Pero, para eso ...

—Hay condiciones —respondí—. ¿Qué es lo que quieres, Ray? —él sonrió.

—Norman, engaña a Emma y convence a ______. Finge seguir el plan y en el último momento abandonamos a los demás. Permitiré que Gilda y Don vengan con nosotros, pero nadie más.