15: No estás solo

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Me pregunto... ¿Cómo se enteró Ray del secreto? Si lo sabe desde hace tiempo, habrá visto a muchos hermanos ir hacia la muerte. ¿Cómo lo ha soportado?

Somos familia, amigos y hermanos. Siempre hemos estado juntos. Sabemos todo sobre nuestros hermanos... al menos es lo que creíamos. La traición siempre acecha cerca. El peor escenario posible...

En el túnel, después de pasar la gran puerta, miraba esperanzada la luz cegadora. Ese es el camino a la libertad.

— ¡Chicos! ¡Rápido! ¡Ya nos queda poco!

Al darme la vuelta, la imagen más horrible estaba frente a mí. Todos los cuerpos de mis hermanos en el suelo con una flor clavada en el pecho, así como dijeron Emma y Norman. Pero ahora... Emma, Norman, Anna... Nat... Eugene...

—______... —Ray apareció detrás de mí, la flor clavada en su pecho— ¿Ves? Es por eso... Que te dije...

Luego se desplomó.

— ¡No! ¡Ray! ¡Emma, Norman!

Cogí a Ray de la manga y lo arrastré hasta el lugar donde yacían Emma y Norman. Mis piernas temblaban considerablemente. Me acerqué desesperada a los cuerpos de Anna, Nat y Eugene y los moví en un intento de despertarlos.

— ¡Levantaos! ¡Esto no tiene gracia!

Conseguí reunirlos a los seis y me detuve. No podía respirar. Estoy llegando a mi límite y comienzo a ver borroso. No podré acercarlos a todos a mí. La cabeza me da vueltas y las ganas de vomitar no cesan. El olor a sangre y sus cuerpos sin hacer ni un solo movimiento me alteraban aún más.

No sabía qué hacer. Mis amigos tumbados en el suelo, sin vida.

— ¡Por favor! ¡Despierten! ¡No me dejen sola! —lágrimas cayendo sin descanso por mis mejillas— ¡Aún no hemos visto el mundo de los humanos!

Un gruñido sonó detrás de mí. Me di la vuelta y me encontré con cuatro demonios de gran altura.

—Oye, ¿podemos comernos a este ganado, jefe? Tiene una pinta deliciosa... —dijo el más delgado de todos mirándome con hambre.

—Hoy han garantizado mucha producción, no veo por qué no... —habló el que traía el porte más serio de todos. Aun así, podía detectar felicidad en su voz.

—Entonces le daré el primer bocado...

— ¡Ni hablar! ¡Yo seré el primero!

— ¿Quién te crees? ¡Lo haré yo!

Negué aterrada con la cabeza. Me levanté rápidamente y eché a correr en dirección opuesta a esos demonios.

— ¡Se escapa!

— ¡Atrápenla!

— ¡Quien la coja primero se la queda!

Lo siento, Emma, Ray, Norman... Perdonadme, Eugene, Anna, Nat... ¡Lo siento tanto, chicos! ¡Soy una horrible hermana mayor!

Me quité rápidamente las lágrimas, pero no paraban de salir. Sentí el verdadero terror cuando unas garras me cogieron de la muñeca.

—Te pillé... —murmuró el demonio.

— ¡No, por favor! ¡Déjame! ¡Suéltame!

Las fauces de ese demonio se abrieron con una increíble ferocidad. Grité con todas mis fuerzas.

Cambiemos el Mundo [Rayis x The Promised Neverland]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora