Psicópata ; jjk

30.

La puerta chilló cuando empujé de ella, era de tarde pero la habitación se encontraba en penumbras, cerré mis ojos intentando ver más allá de la silueta que se encontraba en la punta de la cama.

Taehyung.

Me acerqué despacio junto al cuerpo y me senté junto a él.

—Hey.

Saludé sin recibir el saludo de vuelta, fruncí mis cejas.

—¿Estas bien?

Pregunté, volviendo de nuevo al silencio. Su misterioso comportamiento me estaba volviendo loco, no estaba dispuesto a aguantar uno más de sus berrinches en medio de una situación tan delicada como esta.

—Jimin me dijo qu...

—¿Te importé?

—¿Disculpa?

—¿Alguna vez te importé, Jungkook?—elevó su voz.

—Claro que sí, eres mi mejor amigo.

—Eres un puto mentiroso—fruncí el ceño.

—¿De qué mierda hablas?

—Jamás te importé, ni un poco. Me querías nada más para tus estúpidos trabajos y meterme en esta mierda de mundo—escupió levantándose de la cama—Nunca fui alguien irrelevante para ti, nunca me preguntaste como me sentía. Nunca te importé, como tú me importabas a mí—un brillo apareció en sus ojos entre la oscuridad que albergaba la habitación.

—Taehyung sabes que eso jamás fue así. Siempre te llevaba conmigo, porque eres mi mejor amigo.

—¡Mejor amigo mis huevos!—habló más alto—Nunca fuiste un mejor amigo para mí.

Lo observé confundido levantándome de la cama como él lo había hecho, no comprendía su actitud y sus palabras y era algo que me estaba enloqueciendo.

—¿A qué te refieres?

Taehyung me observó con recelo, acercándose a mi lo suficiente para tirar de mí y darme un beso en los labios. Tomó mis mejillas y profundizó más el beso tomándome por completa sorpresa ahogando un jadeo de sorpresa.

Con fuerza logré deshacerme del beso forzoso que Taehyung me había dado inevitablemente tomando el arma que siempre portaba entre mi pantalón apuntando a su cabeza. Me observó sorprendido pero eso no lo detuvo.

—¡¿Que mierda te sucede Taehyung?!—grité histérico ante su acción—¿Porque carajos hiciste eso?

—Porque me gustas Jungkook. Estoy enamorado de ti—declaró descolocándome—¿No recuerdas cuando nos besamos en tu casa? cuando éramos pequeños, desde que te conocí me has gustado.

Lo miré con total sorpresa, riendo sarcásticamente ante su declaración.

—Estás de broma.

—¡No lo estoy! en verdad me gustas Jungkook, y suena una locura para ti. Pero es realmente verdadero—sus ojos volvieron a cristalizarse observando el arma que todavía apuntaba su ser—Duele, porque sé que vas a rechazarme.

—Me conoces tan bien—incliné mi cabeza—Me gustan las vaginas Taehyung.

—Lo sé. Eres un maldito estúpido, y sabía el error que cometía al enamorarme de una persona como tú. Quién solo piensa en él y cómo ama torturar a la gente, dime. ¿Te fascina ver como estoy sufriendo entre?

—Taehyung...

—Maldita sea, fui tan compresible con tus actos, que no decidí enviarte a un manicomio—respondió áspero—Joder, sabía que Mía era la indicada.

Fruncí el ceño ante la nombrada.

—¿Que tiene que ver Mía aquí?

—Sé como la miras y como la tratas, no habías tratado a alguien así.

—Sí, la observo con ansias de querer follarla, solo es eso—reí.

—No es así—negó con la cabeza—Sabes perfectamente de lo que hablo, te gusta Mía.

—No es cierto—gruñí.

—¿Soy un mentiroso?—preguntó en todo enfadado acercándose a mí tocando su frente con el frío metal del arma—¿Por qué no la has lastimado ni un poco?¿Dónde quedó aquellas salas que utilizábamos para torturar a las víctimas? ¿Por qué no le has hecho aquellas heridas que tanto te gusta hacer en la cara? ¿Por qué no la has golpeado hasta cansarte? ¿Por qué la has dejado dormido contigo?¿Por qué, Jungkook?

Lo observé inquieto, comenzando a darme dolor de cabeza. Dentro de mí le daba la razón, ¿por qué no lo había hecho desde un principio?

Me gustaba.

No. Eso era una completa locura.

—Porque aún no es el momento, no he tenido tiempo—hablé relajado, aún sabiendo lo tenso que estaba.

—Mientes, la mayor parte del tiempo estabas junto a ella. Para ya de negarlo.

—¿Y si me gusta qué? me gusta como todas.

La mirada rota de Taehyung me observaba, tratando de buscar una pisca de sentimiento en mi mirada, cosa que jamás encontró.

—Me iré.

—¿Qué?

—Me iré, no volveré. Cambiaré mi nombre y no me encontrarán jamás, no puedo estar junto a ti mientras trato de superarte, puedes seguir revolcándote en ti mierda. Tu ya tienes tu mente hecha un desastre, no vas a destruir la mía—una lágrima bajó por su mejilla—Es lo más correcto que puedo hacer.

Observé detenidamente sus ojos, sintiéndome inquieto, abrí y cerré mis puños crujiendo mi cuello intentando quitar mi tensión, en un lento movimiento bajé el arma dejando de apuntar su cabeza.

El llanto de Taehyung inundó la habitación, sin saber qué hacer. Nunca había visto a Taehyung llorar, el profundo sentimiento de tristeza tocó mi corazón.

Suspiré poniéndome derecho, me acerqué a él y le di un abrazo.

Por muy hijo de puta que fuera, jamás dejaba atrás a uno de los míos y Taehyung fue uno de los que siempre estuvo para mí aunque nunca se lo agradecí.

Fue un hermano y un mejor amigo para mí, y no podía ir más allá de lo que él deseaba.

—Siento tanto no poder corresponderte, pero eres mi mejor amigo y quiero lo mejor para ti. Si para ti está bien irte, te apoyaré y si no quieres volver a verme, también lo acepto. Fuiste el único que estuviste conmigo desde el principio y decir que no duele sería tratado de mentiroso, pero está bien, mereces lo mejor Taehyung, mereces alguien mejor que yo.