Lo habíamos logrado, tenía todo lo que quería. Su puta cuenta quedó en cero y me sentía el rey del mundo.
Cada uno de los hombres que acompañaban a Joe estaban muertos, no le quedaba nada.
—¿Tus últimas palabras?
Acabado nuestra misión nuestro plan era llevarlo a un país desconocido y dejarlo tirado en el campo. Nos encontrábamos dispuestos a irnos pero antes decidí que hablara por última vez con su hija.
—Volveré a por ti Mía, lo prometo—habló el maldito en español.
—Sí, si yo también te odio—respondí sin sentido dándole la señal a mis hombres para que se lo llevara volviendo a gritar en español—¿Te encuentras bien?
—Sí, si... es sólo que... necesito superarlo—suspiró, me acerque a ella alzando su mentón haciendo que me observara—¿Volverás?
—En dos días regreso, mocosa—besé sus labios—Cuando vuelva espero que estés preparada para mí—apreté su trasero volviendo a besarla e introduciendo mi lengua en su boca haciendo que gimiera en mis labios, malditamente excitante.
Salí del edificio subiéndome a la camioneta donde ya estaban mis hombres esperándome y listos para irnos.
El viaje iba a ser un poco largo pero que valdría la pena para tener lejos a ese hijo de puta, lo habían dejado inconsciente para mantener nuestra base en secreto.
Una vez dentro del avión duramos varias horas para poder aterrizar, un pueblo a la deriva de la ciudad, con montañas y muchos árboles en Rusia fue nuestro destino.
—Despierta hijo de puta.
Sacudí con fuerza el cuerpo del viejo el cual se quejó intentando abrir su ojo el cual se encontraba morado, sonreí.
—Bienvenido a tu nueva casa—señalé el paisaje—Disfrútalo.
—Maldito animal—murmuró.
Me despedí como soldado riendo en medio dándome media vuelta para irme sin ningún tipo de piedad.
La temperatura era bajo cero y hacía mucho frío, era cuestión de que él débil cuerpo de Joe se congelara a tal punto de morir.
Después de ello las cosas se tornaron confusas.
Todo fue en cámara rápido que no dio tiempo a reaccionar.
Joe agarró a uno de mis hombres sacando su arma.
Apuntándome.
—Nos veremos en el infierno, maldito—en un segundo disparó, dándome.
Caí en el suelo junto a él escuchando disparos a la lejanía.
Como en mis pesadillas, aquellas voces que tanto me incriminaban saltaron encima de mí, repitiendo una y otra vez murmullos que no podía entender, como si mi cabeza fuera a explotar. La sangre se acumuló en un sólo lugar, como si no estuviera alrededor de hielo a grados bajo cero, sentía calor. Pero reía, no podía parar de reír al observar la herida palpitante en mi pecho, quién no paraba de salir sangre.
Reía como si todo fuera un mal chiste, como si no le tuviera miedo a la muerte, como si me escudara de algo que realmente estaba a punto de pasar. Mis labios congelados dejaron de moverse, mis ojos observando el horizonte de la nada, quedando fijos ahí.
La oscuridad me abrazó por completo, dejé de sentir, dejé de escuchar, dejé de ver.
Dejé de respirar.
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Psicópata ; jjk
Fanfiction«Pensarás que está bien, pero cariño, puedo alcanzar a darte el mismo paraíso, pero puedo llevarte al mismísimo infierno.» ● Historia explícita (+18) ●Lenguaje fuerte ●Contenido sexual. Historia original «©angelsmoonlight» no acepto ninguna copia...