final alternativo. (epílogo)

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—¿Cuántas veces debo explicártelo?

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—¿Cuántas veces debo explicártelo?

—Las necesarias.

—¡No es tan difícil! es abrir, sacar y doblar. No tiene ninguna lógica.

—Para ti es sencillo, eso ya viene de ti—rodó los ojos—la última vez todo se fue a la mierda, literalmente.

—¡Jungkook!—reproché.

Tiré el pañal apuntando sin éxito a su cara, rendida me tiré en la cama para que segundos después Jungkook lo hiciera.

—Soy un excelente padre.

—Vete a la mierda.

Las cosas habían cambiado, bueno, no del todo. Jungkook seguía siendo un idiota.

—No utilices ese vocabulario delante de Lía—me regañó.

—No seas cínico, por favor.

Cuatro años después de lo sucedido nos encontrábamos en una base secreta en Estados Unidos, específicamente en Texas. Nuestra casa oculta quedaba a unos cuantos minutos de esa base. Lamentablemente las cosas no podían cambiar de un día para otro, no podía decir que había concluido con un capítulo de mi vida porque apenas estaba comenzando uno.

La recuperación no fue nada sencilla, los ataques cada mañana de Jungkook me hacían temblar, pues su situación física mejoraba, pero mentalmente estaba fallando. Tenía pesadillas cada madrugada, gritos lastimeros se escuchaban retumbar a diario.

'No me dejes'

'Por favor, perdóname'

'No lo merezco'

'Merezco morir'

Ocultaba sus lágrimas cada vez que se percataba que lo observaba, sólo giraba su cuerpo y volvía a dormirse. Me rompía el corazón verlo de aquella manera, trataba de enmascarar aquél niño inocente, a su antiguo él.

Semanas después le di la noticia de mi embarazo.

Trató de negarlo.

Sabía que no estaba listo, ni yo lo estaba. Sabía que era peligroso, yo también lo sabía. Me alejó de él las siguiente semanas, no me quería cerca. No sabía si era porque le daba asco o sólo trataba de protegerme, sólo decidió ignorarme los restos de días hasta que le dieron de alta.

Jimin siempre estuvo ahí, apoyándome y dándome aliento, al igual que el resto de chicos. Cuando cumplí los cinco meses y mi panza creció más, vomitaba sin parar.

Sabía que él tenía que mantener reposo, así que me quedé en el mismo lugar donde se hospedaba, pero en otra cama. De noche lloraba, por él, por mí, y por nuestro bebé.

¿Qué iba a esperar de mí? ¿seré la madre débil y no podré darle todo mi amor? ¿estaré lo suficientemente quebrada como para no darle eso? ¿qué haría sin él?. Esa misma noche, dormía con lágrimas en mis mejillas después de hacer eterna la noche dónde los pensamientos atormentaba mi mente.

Psicópata ; jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora