Make You Feel My Love – Sleeping At Last
—Llegamos —Comunicó Borja. Había llevado a Sky al Bow Bridge, su puente especial. Así como su madre lo hizo con él, Borja lo haría con ella en un intento por crear un vínculo con su hija.
Se apoyaron en este para admirar el paisaje que el lago y la arboleda les regalaba. La pequeña apenas alcanzaba a mirar por encima del borde. De pronto, una ardilla se posó a su lado y ella permaneció lo más quieta posible para no espantarla.
—De pequeño les tenía miedo a las ardillas —Dijo él con diversión.
Ella soltó una risita. Él sonrió.
—Es un secreto muy tonto —Murmuró Sky con una sonrisa burlona.
—¿Cómo supiste que era un secreto? —Enarcó una ceja.
—Si yo les tuviera miedo a las ardillas, no se lo diría a nadie —Contestó lógicamente —Los niños se reirían de mí, papá.
Papá.
Por primera vez Sky le había llamado papá.
Borja sintió que su corazón se agrandó al escuchar esa palabra. Tal vez porque jamás pensó que se lo diría, o porque él todavía no había caído en la cuenta de que esa hermosa niña era su hija.
Después de derretirse por la ternura de Sky, se reincorporó.
—Exactamente por eso no se lo conté a nadie. ¿Tú? ¿Me quieres contar un secreto?
—No —Dijo con una expresión pensativa, buscando algún secreto en su mente.
—Ok —Sonrió, observando como la pequeña contemplaba el lago frente a ella.
—¿Amabas a mi mamá? —Preguntó de repente, mientras lo miraba esperando una respuesta.
—La verdad es que no la amaba, pera era una muchacha muy buena y preciosa, como tú —Murmuró con el rostro de Emily presente en su cabeza. No quería mentirle, merecía saber la verdad. Sky era una niña inteligente, lo entendería.
—¿Qué era lo que más te gustaba de ella?
—Su risa —Sintió como aquella risa desbordante resonaba en su oído como un recuerdo viejo que permanecía guardado en lo más profundo de su mente —¿Y a ti? ¿Qué te gustaba de tu madre?
—Sus abrazos —Al decirlo, recordó los cálidos abrazos de su madre que la protegían por las noches —Extraño a mi mamá.
—También extraño a mi mamá.
En un momento, Borja se agachó para estar a su altura, la miró a los ojos y le dijo suavemente.
—Te quiero, Sky.
Ella se sorprendió, solo atinó a sonreír y abrazarlo, haciendo que perdiera un poco el equilibrio.
Se puso de pie y los dos permanecieron en silencio. Solo se dedicaron a observar el paisaje verdoso que los acompañaba en aquella tarde mientras el sol se ocultaba con lentitud.
—¿Vamos? —Preguntó Borja luego de unos minutos.
La pequeña asintió y de pronto, tomó la mano de su padre, quien dibujo una sonrisa en su rostro.
Sin quererlo, además de agrandar su corazón; también se lo había robado.
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Me quedaré contigo una noche más ©
Romance¿Qué pasaría si un día te das cuenta que lo que te han contado, no es la verdadera historia? Zoe se crio entre secretos y ahora que ya es una joven adulta, ha creado los suyos propios. Así es como llega a la ciudad de Nueva York para entrar a la Aca...