Capítulo 33

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Ruelle - Find you

—¿Qué quieren ser cuando crezcan? —Les preguntó Stella a sus hijos. Borja leía un libro sentado a su lado en el sofá mientras Gavrel corría cerca.

—¡Quiero bailar ballet en los grandes teatros del mundo! —Exclamó el pequeño saltando por toda la sala. Ella lo observó orgullosa.

—Me encanta tu elección, Gavrel —Volteó hacia su hijo mayor —¿Y tú, Borja?

—Aún no lo sé... —Susurró inquieto. Realmente no lo sabía.

—Está bien —Acarició su mejilla y él la miró —No hay prisa. Tienes toda la vida para encontrar eso que te gusta.

Gavrel abrió de forma brusca las puertas del hogar de Stella y corrió hacia su habitación con desesperación. El tiempo comenzaba a ir cada vez más lento y sus piernas le pesaban. Arrastraba el tormento y la preocupación que le generó una llamada recibida unos minutos antes por parte de la empleada de su madre.

Lìa iba detrás de él sin saber muy bien lo que estaba ocurriendo. Él pelinegro apenas había podido pronunciar unas palabras luego de colgar la llamada y de inmediato fue hasta allí.

Al cruzar la entrada de la habitación, su garganta se cerró y la angustia se apoderó de él sin piedad.

Stella estaba tendida sobre su cama, parecía estar durmiendo con total tranquilidad, sin embargo, su corazón había dejado de latir hacía tiempo.

—¡No, madre! ¡Aún no! ¡No puedes dejarme! —Gritó Gavrel arrodillándose a un lado de la cama mientras comenzaba a llorar desenfrenadamente. Agarró su mano, seguía tibia y sus mejillas aún estaban rojas.

—Gavrel... —Susurró Lìa y se colocó a su lado también de rodillas manteniendo la calma, lo tomó por los hombros con cuidado para alejarlo, pero él no cedía —¡Gavrel! Ya está. Mira su rostro, se ha ido en paz.

—¿Dónde está Borja? —Preguntó entre sollozos.

—Lo llamé al igual que a usted, no sé por qué aún no ha llegado —Murmuró la empleada en una esquina de la habitación.

—Llama a Zoe y dile que lo busque —Susurró con las pocas fuerzas que tenía.

Lìa afirmó y al instante fue a la habitación contigua para llamarla.

—Zoe, Stella acaba de fallecer en su casa —Comentó con cierta tristeza. Más allá de estar en shock por la noticia, la rubia no paraba de preguntarse por qué ella sabía eso —Y Borja no vino, ¿Sabes dónde puede estar?

—Creo saber dónde, pero no estoy segura.

—Ve a corroborarlo, por favor.

—Está bien.

Carry You – Ruelle, Fleurie

Colgó el teléfono y pensó donde podría estar en un momento como ese, recordó el puente Bow Bridge en Central Park al que siempre su madre lo llevaba de pequeño. Lo más probable era que estuviera allí y estaba en lo correcto.

Al llegar luego de ir corriendo, pudo verlo a lo lejos sentado en el medio del puente con su rostro escondido entre sus brazos.

Se acercó con prisa y se arrodilló a su lado. Él la miró con los ojos empapados de lágrimas, no pudo decir una sola palabra. Estaba completamente destrozado. Ella tampoco lo dejo hablar porque rápidamente lo rodeó con sus brazos y lo arrimó a su pecho brindándole un lugar donde desahogarse con seguridad.

Ya no interesaba que estaba pasando entre ellos, lo único importante en ese momento era Borja y el terrible dolor que se apoderaba de él con cada minuto que pasaba.

Me quedaré contigo una noche más ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora