Capítulo 8

1K 136 6
                                    

La puerta del departamento se abrió y Hunter entró acompañado de Aiden.

—¿Qué hace el aquí? —Preguntó Lìa con su mirada despectiva puesta en el rubio.

—Yo lo invité, ¿Tienes algún problema? —Él castaño la miró con seriedad. No dejaría que su compañera lo pasará por encima.

—No.

—No seas tan dura con él —Jane susurró cerca de su hermana. Lìa rodó los ojos.

—Ok, ven Aiden, ponte cómodo donde tú quieras —Hunter lo invitó a pasar mientras se dirigía a la heladera para buscar dos cervezas.

—Si paso un minuto más con Max, creo que voy a tirarme por la ventana —Admitió Aiden, se sentó en el sofá y sacó el móvil de su bolsillo.

—Pobre de ti, soportarlo debería ser ilegal —Zoe lo miró, él asintió sin quitar la vista de su teléfono.

Aiden era un chico de pocas palabras. Solía hablar lo justo y necesario. No era tímido. Solo era... él.

Vivía con su cabeza sumergida en su móvil, haciendo quién sabe qué.

—No entiendo por qué vive en la residencia si tiene dinero suficiente para comprarse un hotel entero —Se oía molesto.

—Aiden, su familia tiene un hotel —Murmuró Jane y todos rieron.

—Supongo que eso hacen los millonarios, cuando se aburren de sus lujos, vienen a nosotros los ordinarios y nos hacen la vida más despreciable solo por diversión —Dijo Hunter a la vez que abría una botella para él y otra para él rubio.

—Supongo que eso hacen los millonarios, cuando se aburren de sus lujos, vienen a nosotros los ordinarios y nos hacen la vida más despreciable solo por diversión —Dijo Hunter a la vez que abría una botella para él y otra para él rubio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¡Hijo! ¡Ven, pasa!

Stella recibió alegremente a Borja en la entrada de su hogar.

—¿Cómo estás, mamá? —Él se dirigió al comedor y se sentó en una de las sillas que rodeaban la gran mesa de vidrio.

Saludó a Gavrel, que había llegado minutos antes y estaba sentado esperándolos.

—Bien y ahora que ya están los dos aquí, mucho mejor —Ella se sentó frente a sus hijos —La cena ya está lista. Pero debemos esperar a alguien más.

—¿Quién falta? —Le preguntó Borja a su hermano casi en un susurro, tratando de evitar que su madre lo escuchará.

—No lo sé, solo me dijo que quería contarnos algo —Respondió Gavrel de la misma manera.

El timbre por fin sonó y Stella fue hacía la puerta entusiasmada. Volvió al living acompañada de un hombre que sus hijos no conocían en lo absoluto. Era más alto a su lado aunque ella llevará zapatos con tacos y podía notarse que era más joven.

—Quiero presentarles a Andrew —Los dos le sonrieron a los muchachos —Es mi pareja, estamos saliendo desde hace unos meses.

Andrew estaba a punto de estirar su brazo para acercarse y saludarlos, pero Gavrel rápidamente hizo notar su incomodidad ante la situación.

Me quedaré contigo una noche más ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora