Capítulo 17

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—¿Estaba cómodo el piso? —Preguntó Max, con una sonrisa perversa.

Jane dio la vuelta y observó cómo él pelirrojo reía junto a otros bailarines mientras la miraban. ¿Cómo se había enterado?

Se molestó al ver que se burlaba de ella sin descaro en su propio rostro. Prefirió no responderle, lo que sea que le dijera sería en vano. Solo atinó a imitar su pregunta con exageración en modo de burla.

Se alejó de ellos y se dirigió a la otra punta de la sala de ensayos, pero en el camino escuchó como un móvil sonaba arriba de una silla, era el de Zoe. La buscó con la mirada entre todos los bailarines que ejecutaban el adagio establecido por el profesor. Lo agarró y no pudo evitar ojear el nombre que figuraba en la pantalla. <<Borja>>.

Esperó a que ella terminará la secuencia y se acercó a su compañera para entregarle con urgencia el teléfono que no paraba de sonar. Cuando Zoe descubrió de quién se trataba, ambas se miraron con complicidad. Se alejó hacia un costado y atendió.

—¿Hola?

—Necesito verte en Central Park ahora —Parecía una urgencia.

—Estoy en clases.

—Lo sé.

—¿Y si nos ven juntos? —Replicó Zoe.

—No importa.

¿Desde cuándo no importaba? ¿A caso Borja estaba perdiendo la cabeza?

Rodó los ojos y colgó. Caminó en dirección a Gavrel.

—Gavrel, debo salir. Volveré en unos minutos —Avisó.

—De acuerdo, ve tranquila —Le dio permiso sin quitar la vista de los que bailaban.

Sonrió agradecida. Fue hacia el vestuario para cambiar sus zapatillas de punta por unas normales. Salió del edificio y caminó con prisa hasta Central Park. Estaba a unas pocas cuadras por lo tanto no tardó demasiado en llegar.

Deambulo por la gran manzana en busca del pelinegro. Lo encontró sentado en un banco. Cuando se acercaba, él la miró con una sonrisa ligera.

Se sentía extraño verlo nuevamente luego de tantos días sin verse.

Era una mañana fría. La mayoría de los arboles carecían de sus hojas y el cielo estaba blanco, cubierto de nubes que le prohibían el paso al sol.

Rewrite the Stars - James Arthur & Anne-Marie

—Te queda bien lo que llevas puesto —Murmuró sin quitarle los ojos a su leotardo de color rosa que definía muy bien su figura.

—Debo volver pronto —Pasó por alto su cumplido.

—Está bien, entonces hablemos —Se levantó, quedando frente a ella. Instintivamente, iba a besarla, sin embargo decidió no hacerlo. No era el lugar, ni el momento. Zoe agradeció que no lo hiciera, puesto que pensaba lo mismo.

—¿Sobre qué quieres hablar? —Comenzaron a caminar a paso lento, sin rumbo. Ella no pudo evitar mirar las personas que pasaban cerca, temiendo que alguna de ellas pudiera conocerlos.

—Necesito que hablemos de lo que pasó en mi departamento.

—¿En serio? —Dejó de caminar, quedándose unos pasos más atrás. Borja volteó a verla cuando no la vio a su lado —Podrías haber esperado para hablar sobre esto.

—No, no podía esperar —Dijo con serenidad. La rubia bufó, comenzaba a perder un poco la paciencia —Desde ese día no respondes mis mensajes, mis llamadas —Seguía enojado por eso.

Me quedaré contigo una noche más ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora