Dos meses después.
El día que tanto esperaba con ansias llegó.
Estaba frente a su primera obra, su primer protagónico y su primer escenario. Este, era uno de los momentos más importantes de su vida y lo recordaría para siempre.
Habían pasado 121 días y a pesar de que seguía pensando en Borja cada día al despertar, comenzaba a componerse con ayuda de sus amigos y la danza.
El recuerdo de Borja ya no dolía como antes. Visto que él nunca respondería sus llamadas o que peor aún, posiblemente nunca regresaría, se encargó de quitarlo de su mente cada vez que aparecía en ella y los días transcurrieron con menos peso.
Le dolía en el alma olvidarlo, restarle importancia, pero prefería que así sucediera.
Se analizó en el espejo, se maquillaba a sí misma como lo hacían las bailarinas profesionales en sus camarines privados, con el silencio y la tranquilidad que precisaban para salir al escenario en paz, lo que siempre quiso.
Comenzó a colocarse la base, esparciéndola por todo su rostro. El maquillaje que debía hacerse era demasiado natural, no le llevaría mucho trabajo.
Las últimas semanas Stella cumplió con su palabra, la ayudó con el drama de la prensa y la mala imagen que esta dejó de Zoe en las grandes escuelas y compañías de ballet. Por fin estaba limpia otra vez.
Se puso de pie sin dejar de mirarse a través del espejo y miró el vestido que llevaba puesto.
Los vestuarios de Giselle eran sencillamente hermosos, tenían todas las características de los ballets que pertenecían al romanticismo y cargaban con una delicadeza que solo ella podría portar en esa ocasión.
El primer vestido mostraría a Giselle como una joven campesina y era en su totalidad de color celeste pastel, con algunas transparencias blancas, sus ojos resaltaban con el. Su cabello estaba recogido con un tocado lleno de flores de las mismas tonalidades.
—Mi bailarina principal... —Susurró Stella asomando la cabeza por la puerta. Zoe volteó con una sonrisa y ella entró —Te ves preciosa.
—Gracias señora Novak.
—Escucha muy bien lo que te diré —Aclaró su garganta —Para el público esto es nada más que entretenimiento, para ti esto debe ser tu vida entera. ¿Estás lista para que así sea?
Zoe asintió emocionada. Sus ojos volvieron a brillar después de tanto tiempo.
Un muchacho con una planilla en la mano y audífonos entró al camarín con rapidez y les avisó que faltaban diez minutos para su entrada.
—¿Preparada? —Preguntó Stella.
—Lo estoy.
Llegó al escenario y lo primero que hizo fue mirar por detrás del telón y buscar a sus padres entre el público. No los encontró, únicamente vio a sus hermanos.
Sintió algo de decepción hasta que comprendió que ellos necesitaban tiempo, tenía la esperanza de que alguna vez disfrutarían de verla bailar sin tener la cabeza en el pasado.
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Me quedaré contigo una noche más ©
Romance¿Qué pasaría si un día te das cuenta que lo que te han contado, no es la verdadera historia? Zoe se crio entre secretos y ahora que ya es una joven adulta, ha creado los suyos propios. Así es como llega a la ciudad de Nueva York para entrar a la Aca...