Capitulo XXIX

6.6K 619 44
                                    

Vuelvo a tomar otro sorbo mientras mantengo mi mirada en la pared

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Vuelvo a tomar otro sorbo mientras mantengo mi mirada en la pared. Estoy en la oscuridad de la cocina hace media hora. Específicamente, la cocina de Aysen.

Vine aquí para quedarme el fin de semana, ella vive algo lejos y eso de alguna manera me ayuda a pensar.

Suspiro y froto mi rostro.

¿Estaré siendo muy dramática?

No lo se, pero ya se que tengo que hacer.

No realmente, tendré que dejarme llevar por el camino de la espontaneidad.

Me giro para volver a la habitación y doy un respingo, al ver a Aysen de espaldas.

—Mierda —coloco una mano en mi pecho—, ¿desde cuando estas ahí?

Me ignora y por como se mueve deduzco enseguida que esta dormida. Otra vez. Ayer colocó una planta en mi cama y se durmió en la mesada, necesita atarse a la cama.

Me acerco al mismo tiempo que levanta su brazo, miro lo que señala y noto al oso del mueble, vuelvo a mirarla.

—Te estoy vigilando, compadre.

Sonrío y niego con la cabeza, coloco mis manos en sus hombros.

—Aysen —murmuro

Muevo levemente su cuerpo y parpadea, mira hacia todos lados para luego mirarme a mi.

—Lo siento —me mira apenada

—Esta bien, vamos —camino hacia la habitación

—Eres tan paciente, Emma —bosteza—. Cualquier otra persona hubiera salido corriendo.

Rio.

—No es cierto, es divertido —nos adentramos

Cierro la puerta esta vez con llave y me dirijo al colchón, mientras que ella a su cama.

—Por cierto, mi hermano me llamó y me preguntó si estabas aquí, ¿no le dijiste?

—¿Por qué lo haría? —me acomodo

—No lo se, los noto algo unidos.

—Solo a solas.

—¿Por que no me cuentas más? —la miro, se sienta en la cama—. Siempre eres cortante cuando se trata de mi hermano, ¿quieren mantener todo en secreto?

—Si —asiento

Lo hace también y me mira unos segundos más, arquea las cejas.

—¿Y qué mas?

—¿Qué mas de que?

—¿No hay nada mas?

—No se que más quieres que te cuente —me encojo de hombros—. Puedo decirte las posiciones que hacemos —sonrío

WandlungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora