La universidad Wandlung, una de las más famosas de la ciudad y prestigiosas. Su reputación cada vez es mejor y todo gracias a la fraternidad "Alpha", regida por los hombres considerablementes más populares de la universidad.
El lider, William Wang...
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—Traje el botiquín —me adentro de vuelta a la habitación, luego de verificar que nadie vea
Por suerte en la noche no hay tantas personas, son Las Vegas, todos se van. La parte difícil de traer a este desconocido fueron los que trabajan aquí, lógicamente. Por suerte pude persuadirlos.
Miro unos segundos la habitación de William, notando que es algo diferente a la mía.
Me acerco a la cama y miro al hombre, parece estar reteniendo muchas quejas.
—Hay que desinfectar —me siento en la punta de la cama y miro unos segundos a William, saca la mirada de su teléfono y lo guarda
—Aysen ya esta cerca.
—Sabes que te matará, ¿verdad? —abro la caja
—Le dije que tu tenias una emergencia —suspiro
Nos matará a los dos cuando llegue, mejor dicho.
—¿Quién vendrá? —gruñe débilmente
—Alguien que ayudará —respondo, saco el algodón con el alcohol
Me levanto de la cama mientras aprieto mis labios, me acerco a el con cuidado.
Se ve algo intimidante, y ahora con la luz noto que es mucho más grande de lo que creí.
—Voy a ver la herida, ¿puedo? —miro su camiseta, tiene sangre traspasándola
—No.
Frunzo el ceño.
Miro a William, se acerca y se inclina hacia el.
—Llegamos aquí para ayudarte, ¿quieres morir en esta cama?
—Si —lo mira fijamente, parpadeo
—Imbécil. Deja de lloriquear y déjate levantar la camiseta —William claramente no se inmuta de su tono suicida
—Por favor —agrego
El desconocido murmura algo en voz baja y nos ignora, corriendo su cabeza hacia un costado.
¿Por qué actúa tan terco?, ¿no es consciente de que se esta desangrando?, me esta colocando más nerviosa de lo que ya estoy.
—¿Cómo te llamas? —vuelve a preguntar William
Y el desconocido vuelve a ignorarlo.
Bufamos al mismo tiempo, levanto mi cabeza hacia el.
—Voy a llamar a la ambulancia —murmuro
—Si no hay otra alternativa —se encoje de hombros
Saco mi teléfono al mismo tiempo que la puerta suena, giro mi cabeza.
—Debe ser Aysen —gira unos segundos su cabeza hacia la puerta y luego vuelve a mirar al hombre—. Alguien que sabe del tema te ayudará, te recomiendo que no te pongas difícil.
