La universidad Wandlung, una de las más famosas de la ciudad y prestigiosas. Su reputación cada vez es mejor y todo gracias a la fraternidad "Alpha", regida por los hombres considerablementes más populares de la universidad.
El lider, William Wang...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Me despierto ante una turbulencia, miro hacia todos lados recordando que estamos en el avión. Ya es atardecer y esta a punto de oscurecer, hace unas horas nos dijeron que habría un retraso por lo tanto tardaremos mas.
Giro mi cabeza hacia Brian quien duerme con la baba en el asiento, Venus mientras tanto parece estar muy concentrada en una película de la televisión. Miro a Emma, mira hacia la ventana con el mal humor que tiene desde temprano.
Acaricio su rodilla y me mira, pero vuelve a correr su mirada.
—Volveremos.
Suspira.
—Ni siquiera tenemos un teléfono.
Recuerdo que tengo que mi teléfono en mi bolsillo pero sin batería.
—Encontraremos una manera.
Asiente aún mirando hacia la ventana, no se si la mayor parte de su estrés se debe a ese examen, pero eso parece.
Acaricio su pierna inclinando mi cabeza hacia ella.
—No me gusta verte así, renacuajo —murmuro
—¿Y como quieres que este? —me mira frunciendo el ceño—. No voy a fingir estar tranquila con esto cuando...
Se calla al sentirme subir más mi mano, cubriendo su muslo interno y obligándola a cerrar las piernas.
—¿Qué haces? —susurra
—Cambiar tu humor.
—Basta —intenta quitarla—. Estas loco si crees que voy a dejar que me toques aquí.
—Que lunático debo estar, entonces.
Consigo apretar un dedo en su intimidad a pesar de su presión y me clava las uñas bajando su cabeza.
—No —niega—. Suficiente con anoche, me dejaste extraña.
—¿Extraña? —apenas muevo mi dedo indicé sobre sus bragas y se estremece
—Si, extraña. Es...
La hago callar cuando logro correr sus bragas a un lado, me mira sorprendida mientras yo meto mis dedos entre medio de sus pliegues.
Cubre sus ojos corriendo su cabeza, reviso a los demás moviendo la mía, la mayoría duerme. Pocos despiertos y los que están se mantienen absortos a sus asuntos. Me concentro en el mío, a mi también me sorprende el arrebato pero ya mande a la mierda el control que tenia, ahora cada vez que tenga la oportunidad de hacer lo más mínimo con ella lo haré.
—Ábrelas —susurro sobre su cabello
Aprieta sus labios mirándome mal, pero aun así separa levemente los muslos.
—Esta mal —murmura
Hago presión sobre su clítoris, apenas tocándolo y causando que cubra unos segundos su boca. Sus ojos chocan con los míos, otra vez tengo el placer de verla sonrojarse y produce un palpito entre mis piernas. Las ganas de tomarla aparecen como siempre haciéndome mover mi dedo en círculos.
