Capitulo V

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Me adentro al restaurante, algo vacío considerando el horario

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Me adentro al restaurante, algo vacío considerando el horario.

Camino hacia la barra y clavo mi mirada en la mujer con su teléfono, termino de acercarme.

—Buenas —me mira—. Vengo por el puesto de camarera, leí el cartel.

Necesito dinero para comprar mis libros y aumentar mis ahorros. Además, me gusta mantenerme ocupada.

Deja de apoyar sus antebrazos en la barra y me mira de arriba abajo, suspira.

—¿Tienes experiencia?

—Si.

Una cafetería hace unos años, la odiaba.

—¿Cuantos años tienes?

—Dieciocho.

Diecinueve en unos lindos meses.

—¿Por qué quieres trabajar aquí?

—Por dinero.

—Excelente, estas contratada —sonrío

Siempre las dueñas con indiferencia son las más fáciles.

—Genial.

—Empiezas el lunes. Y te advierto, soy muy quejona —me señala

—Lo supuse.

Me giro y camino hacia la puerta, saliendo del restaurante.

—¿Crees que sea una trampa?

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—¿Crees que sea una trampa?

—Espero que lo sea, algo de diversión —termino de subirme las tiras del vestido, la miro—. Te ves hermosa.

Me mira y sonríe, levanta una ceja.

—Te conviene hacerme cumplidos —sonrío—. Estoy a punto de hacerte un gran favor.

—Es por una buena razón —me acerco—. Además, es guapo.

—Y idiota. Un nene de diez años es mas inteligente que el —rodeo su hombro—. Espero que folle bien, facilitaría las cosas.

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