Wandlung

Capitulo XXII

—¿Donde están? —pregunta

—Solo me dijo que están en problemas, no me dijo nada más.

—¿Entonces hacia donde estas conduciendo?

—No lo se —la miro unos segundos, bufa—. Tranquila, renacuajo, están bien.

Estiro mi mano y pellizco levemente su mejilla, aún concentrándome en el camino.

—No sabes eso. Ese Brian esta empezando a enojarme, y sabes como me pongo cuando me enojo de verdad —aprieto mis labios

Si, lo se. Tengo la suerte de no saber como es ser la victima de ese enojo. Yo puedo fastidiarla mucho, pero nunca se enoja realmente conmigo, por suerte.

—Están bien, te digo. Brian puede ser un tarado pero conoce los limites.

La escucho suspirar.

Saco mi teléfono en un semáforo en rojo, vuelvo a marcar su numero y lo coloco en mi oreja. Vuelvo a mirarla unos segundos, se mantiene de brazos cruzados y con la mirada hacia el frente.

Sonrío al verla así, su ceño fruncido se me hace tierno.

Borro mi sonrisa cuando gira su cabeza hacia a mi y vuelvo a conducir al ver el destello verde, Brian contesta.

—¡Willy!

—Al fin, idiota. ¿Donde demonios están?

—¿Quienes?

—Ustedes.

—Oh —comienza a reír a carcajadas, suspiro—. No creerás lo que sucedió.

Emma me arrebata el teléfono, la miro mientras lo coloca en altavoz. Ni siquiera protestare, su rostro esta demasiado serio.

—Me cruce con los narcotraficantes, estaban mamados jugando a la ruleta. Casi me matan pero no se como terminamos en uno de sus hoteles, ¡nos invitaron a una fiesta!

—Estúpido —murmura Emma

—¡Deberías venir!, esta a unas cuadras del casino. Se llama "Pájaros enamorados"  —frunzo el ceño—. Lo veras enseguida, tiene muchos corazones.

—Brian...

—¡Me tengo que ir!, ¡llegó la hora del burlesque!

Cuelga, mantengo mi mirada al frente.

—No dijo nada de Venus —gruñe, mientras deja el celular

—Tranquila, si el esta bien ella también.

—Deja de intentar tranquilizarme —pega su espalda al asiento mientras se cruza de brazos, oculto una risa