Wandlung

Capitulo XXVIII

—Solo vamos a buscarlas, ¿por qué te vestiste así? —me mira unos segundos

—No iba a ir con mi pijama de ranas —respondo obvia

—Ese pijama feo —lo miro—. Debería comprarte uno con renacuajos.

—Cómprate uno tu mejor así no tienes que andar con esos calzones rotos —sonrío

—No están rotos —frunce el ceño

Miro hacia adelante y a lo segundos siento como pellizca mi mejilla, frunzo el ceño y lo alejo.

—Maleducada.

Lo ignoro y estiro más mi cabeza al ver unas luces a lo lejos, junto a la detonante música.

—Parece que llegamos.

Espero a que se estacione y luego miro hacia la ventana, frunzo el ceño.

—Ya me parecía —bajo del auto—, fiesta de secundaria.

—Ya están grandes para eso —William se coloca a mi lado y comenzamos a caminar

—De seguro Brian convenció a Venus con que era alguna buena fiesta y ella cayó en la trampa.

—Ya empiezas.

—No me hubiera llamado si no se estuvieran aburriendo.

—Me dijiste que era porque su auto se lo llevó la grúa.

—Si, también eso. Aunque no importa, la diversión ya llegó —sonrío

—No nos quedaremos.

—Estuve estresada por los exámenes y tuve que aguantar al tarado de mi hermano en las vacaciones, necesito un trago.

—¿Enzo? —lo miro unos segundos—, ¿cómo esta mi querido amigo?

—Igual de insoportable que tu —pestañeo hacia el y esquivo su mano cuando intenta pellizcar mi mejilla

—Renacuajo grosera —se coloca delante mío, deteniéndome el paso—. No nos quedaremos —me señala

—Quiero quedarme.

—No. Vamos por los otros y volvemos, o te quedaras atrapada en una fiesta de secundaria toda la noche.

—Algunos son de mi edad. Voy a quedarme —me cruzo de brazos

—Terca. Nos vamos —se acerca—, nadie vendrá a recogerte si no.

Suspiro.

—Bien.

—Bien. Vamos a buscarlos y volvemos.

—Entendí.