La universidad Wandlung, una de las más famosas de la ciudad y prestigiosas. Su reputación cada vez es mejor y todo gracias a la fraternidad "Alpha", regida por los hombres considerablementes más populares de la universidad.
El lider, William Wang...
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Apoyo mi mano en la ventana para sostenerme mejor y cambio el sentido de mis movimientos, moviéndome de adelante hacia atrás. Gime de manera ronca y clava sus dedos en mis glúteos, haciendo que se me dificulte seguir.
Coloco mi otra mano en su pecho mientras mantengo mi rostro cerca del suyo, rozando su nariz y mezclando mi respiración con la suya. Lleva su mano hacia mi cabello y lo jala hacia atrás, gimo mas fuerte al sentir su boca en mis pechos, mimándolos con su lengua y enseguida poniéndome a temblar.
Comienzo a dejar de moverme, me siento en demasiado exceso y mi cabeza esta en las nubes, mi cuerpo se remueve por dentro, me agito más rápido y aprieto mis uñas en su piel.
—Vamos —sisea, para luego darme una brusca nalgada que me hace gritar—, hazlo.
Su mano se aprieta mas fuerte en mi cabello pero luego la baja a mi cuello, sosteniéndolo y manteniendo mi cuerpo arqueado.
Me sostengo de su muñeca, comienza a mover sus caderas hacia arriba y mi cuerpo se estalla. Intento sacar su mano de su cuello pero apenas puedo controlar las mías.
La saca al fin y caigo sobre el, mi cabeza se esconde en su cuello y me recupero mientras el suelta un jadeo que da la señal de que se liberó.
Suspiro, rodea unos segundos sus brazos a mi cintura y deja un beso en mi sien. Considero dormirme así pero luego recuerdo donde estamos.
Me separo lentamente, como lo usual mi cuerpo se siente débil, lo miro. Acomodo sus mechones de su rostro para luego dejarle un beso en los labios, sonríe.
Me ayuda a salir de el y suavemente termino en el asiento de copiloto. Acomodamos nuestra ropa al mismo tiempo y luego bajo el espejo retrovisor para verme.
—Por Dios —tomo uno de los pañuelos que tiene a mano—, debo usar maquillaje de calidad contigo o directamente nada —comienzo a quitar lo que puedo
—No deberías quitártelo ahora, cada vez que te miro como quedaste me recuerdo todas las veces que te deje así.
Sonrío y termino, lo miro. Sonríe mientras arranca el auto, cierro el espejo retrovisor y tiro mi espalda hacia atrás.
Vuelvo a suspirar y miro hacia adelante, noto la breve lluvia golpear las ventanas y luego el logo de Mc Donald's iluminar a lo lejos.
—Quiero una hamburguesa —hablo, lo miro
Mira hacia el lugar y luego a mi, comienza a conducir.
—De acuerdo.
—Doble queso, con papas, y una Sprite —ríe
—¿Tanta energía te saque?
—Deja de hacer chistes cochinos.
Llega al lugar y desvía el auto junto a otros, esperamos a que avancen.
