Capitulo XV

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El plan había funcionado

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El plan había funcionado. Los simios ahora se encontraban bañándose cerca de su hábitat, en un lago en el bosque.

Nosotras habíamos aguantado la risa luego de que la vicedirectora lo haya dicho. Ahora nos encontrábamos volviendo al campamento, nos habíamos alejado para hablar tranquilas sin que los directivos se intentaran meter.

Venus se acerca a mi, para luego inclinar su cabeza.

—Se tu secreto —susurra

Frunzo el ceño.

—¿Ah si?, ¿descubriste que huelo tus bragas a escondidas?

Ríe arrugando sus labios y la imito, empuja mi hombro.

—No. Se que dejaste que ese neandertal se te metiera en las suyas —borro mi sonrisa

—¿Qué dices?

—Te veo el trasero todos los días, nena, ya vi esa mordida —toca mi trasero con su dedo y aprieto mis labios—. Alguien quiere marcar territorio.

—Ya quisiera el. Solo nos besamos —me encojo de hombros—. Y te pediré, no, te ordeno que te lo guardes de decirle a alguien en tu garganta.

—Uh, ¿tienes miedo de que todos sepan que te quieres follar al enemigo? —mueve sus hombros

—Cállate, tu te follas a Brian y lo sabe hasta el conserje de la universidad.

—Brian no cuenta como el enemigo. Es más bien, el bufón que divierte al enemigo. Quiero follarme a Toby, ¿no te lo dije?

—No, no lo hiciste. Creo que se lo esta follando a Astrid.

—¿De verdad?

—Si, pero sabes como es ella, le gusta ser reservada.

—Es verdad —sacude su cabeza—, no me distraigas, perra. Dime, ¿te lo follaras?

—Probablemente —me encojo de hombros

—No puede ser, te llevó completamente al lado heterosexual —hace una mueca de horror

—No vuelvas a decir eso —la señalo

—Bien —mira hacia adelante—. Avísame cuando lo hagas, así te encargo la silla de ruedas.

Aprieto mis labios y empujo su hombro, ríe.

—Deja de hacer esos comentarios, cerda cochina.

—Hablo enserio. Mira lo alta que soy yo de ti —baja su cabeza y me mira—. Si tuviera pene, también te dejaría en sillas de ruedas.

—No lo dudo —levanto una ceja

—Ahora imagínate el que es más alto que nosotras dos juntas —arquea las cejas, ruedo los ojos—. Aún tengo el condón que saque de su habitación.

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