Capitulo LIII

4.8K 524 83
                                    

—La habitación esta por aquí, Nina —digo suavemente, al ver que vuelve a dirigirse a las escaleras

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—La habitación esta por aquí, Nina —digo suavemente, al ver que vuelve a dirigirse a las escaleras

Tomo sus brazos cuando me ignora y la dirijo suavemente a la habitación, me adentro con ella. La llevo a uno de los colchones donde se acuesta con Lara, miro a Natalie y a Venus murmurar en mi cama.

—¿Por qué se van a mi cama?

—Shh, estamos sacando cuentas —Venus teclea en su teléfono

Frunzo el ceño. Me meto entre ellas para ver que hace.

—¿De qué?

—De cuantas veces lo hicieron con William —responde

—Dios mío —intento arrebatárselo

—¡Oye! —forcejeamos—, ¡solo es hacer una cuenta!

—¡Cállense! —Astrid nos grita

Natalie me abraza desde atrás alejando mis manos del teléfono, Venus sale de la cama para hacer la cuenta de pie.

—Veamos —forcejeo con Natalie y ella me abraza acariciando su cabeza con la mía—. Empezaron a hacerlo a principios de este año, todos sabemos que lo hicieron todos los días.

—No es cierto —gruño, me rindo con el forcejeo

—Tienes razón, restemos los días de tu periodo. Máximo cinco días —continua tecleando

—Después quiero verte hacer lo mismo con Brian —me mira

—Ya lo hice, fueron doscientas treinta veces —sonríe inocentemente, parpadeo—. Sigamos.

Natalie se me sale de encima y se dirige a su colchón, ahora por alguna razón todas miran a Venus.

—Entonces, suponiendo lógicamente que lo hicieron más que una vez al día... —termina de teclear

Levanta sus cejas mientras sonríe, me mira mientras me muestra el teléfono.

—¡Yo quiero ver! —Natalie se lo arrebata, jadea—. ¿Más de quinientas veces?

—Claro que no —acoto—. Hizo mal las cuentas.

—¿Estas diciendo que lo hicieron más veces? —me mira levantando las cejas

—Estoy diciendo que se vayan a dormir —le quito el teléfono, Venus se tira a la cama para tomarlo

—Vaya, ¿cómo no se aburrieron del otro? —escucho a Lara, la ignoro acomodándome entre las sabanas

—Cuando el sexo es bueno —habla Venus, se queda mirando a la pared—. Me olvide como era.

—¿Por qué no dejan de hablar de mi privacidad y hablan de otras cosas?, o mejor, ¿se van a dormir? —me giro contra la pared

WandlungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora