Esclavo por equivocación (vampiros)®

Garganta tentadora

Vaya información la que le habían dado. No solo una vez, sino dos veces tenía que darle sangre a su supuesto amo. Bueno, no era tan malo después de todo. Los colmillos sobre su piel y dentro de ella como que se sentían bastante ricos así que…Bueno olvidando el suceso ocurrido ese día.

Escuchó a Eugene suspirar y lo miró.

-¿Qué más tienes que decirme?-

-Victor, sé bien que odias a los vampiros por lo que ocurrió con tu familia como mismo estás buscando a ese que te salvó la vida, pero no dejes que esos sentimientos empañen tu juicio-

-Eugene, no pises terreno pantanoso. No estoy de humor para hablar del pasado- Victor se puso tenso.

-Yo tampoco quiero hablar del pasado sino del presente. Escúchame bien. Cuando un vampiro hace un enlace de esclavo no lo hace al azar. Hay muchos factores como por ejemplo la compatibilidad entre las dos personas. Tanto en alma como en cuerpo. Él podría haber estado bien borracho el día que te mordió pero sí creo el enlace fue porque sabía que eran compatibles en más de un sentido. Y te voy a decir una cosa importante. Si el mundo se gira en tu contra puedes tener por seguro que tu amo será la única persona que no te traicionará. No importa lo que haga hecho-

Victor no dijo nada ante aquellas palabras. Su cuerpo tieso asimilando la información aun sin poder creerla del todo. Era verdad que el inicio de su relación había sido caótica pero poco a poco, cada uno estaba aprendiendo y como que era un paso de avance ya que estarían bastante tiempo juntos.

-Bueno, yo me voy- Eugene se levantó sacudiéndose el pantalón- Esperaré a Luca debajo y no le jodas más la vida en lo que queda de día porque él va a joder mi culo esta noche, entendido. Y no quiero interrupciones. Si te quedó claro-

-Piérdete de una maldita vez- le espetó Victor aunque no estaba molesto. Más bien, pensativo.

-Mira que malagradecido. Al menos dame las gracias o de seguro te estaría enterrando- bufó Eugene haciéndose el indignado pero se dirigió a la puerta y se despidió. Sabía que Victor era bastante orgulloso como para seguir fastidiándolo y abriera la boca.

En la entrada del edificio Eugene sacó su celular y le marcó a su esclavo.

-Amor, cariño, bebé, ven a buscarme y deja lo que estabas haciendo para el imbécil de tu jefe. Eres mío el resto del día y de la noche y te tengo una sorpresa para cuando llegaran a la casa.

-Voy en un momento- escuchó del otro lado.

Colgó después de lanzar un sonoro beso y guardó el celular. En su rostro había una enorme sonrisa. Adoraba a su esclavo. Él si estaba conforme con haber esperado el tiempo necesario para hacerlo completamente suyo después de haberlo recogido de los suburbios. Aun recordaba el chiquillo enclenque que lo miró desafiante aun cuando le tenían miedo. Esos ojos eran los que le habían gustado.

¿Quién le diría a él que años después sería su sumiso en la cama?

Pues nadie y eso era lo que le emocionaba. Con Luca siempre era algo diferente y adoraba sus expresiones durante el sexo. Si, amaba a Luca más que nada en el mundo por eso odiaba cuando Victor le exigía mucho tiempo. Tiempo que debía ser de é. Lo positivo era que cuando se veían tenían tantas ganas de estar juntos que no podían contenerse.

Así de fuerte era el enlace de amo y esclavo entre ellos.

***

Jinsu abrió los ojos poco a poco encontrándose en total oscuridad. Se llevó la mano a la frente, le dolía un poco la cabeza y no podía recordar mucho. Su cabeza era un caos total. Se sentó lentamente sintiendo un vacío a su lado.