Victor, báñame

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Tanto Victor como Jinsu no intercambiaron palabras en el viaje de regreso a la casa con sus trajes para cambiarse en función del evento. Por el contrario, Jinsu iba con los ojos cerrados y una leve sonrisa en sus labios mientras Victor revisaba su Tablet en función de trabajo, pero con una expresión de relajación y satisfacción en su rostro.

Luca ni siquiera optó por hablar sobre el tema. Había tenido que escuchar a Sebas todo el tiempo que ellos necesitaron privacidad y vaya que privacidad. Para cuando los dos salieron Jinsu tenía el cabello todo alborotado y se acomodaba la ropa como podía mientras Victor... ni siquiera se había probado el trajo y la ropa que llevaba antes, bastante arrugada estaba ahora. Aún tenía las pupilas dilatadas y un ligero sonrojo en la comisura de sus ojos. Eso sin contar la punta de su cabello en el flequillo que se había despeinado hacia adelante.

Acaso habían follado esos dos.

Se preguntó internamente, pero supuso que no. Sabía bien, por todo el tiempo que había trabajado para Victor que el hombre... era un insaciable en la cama y sus jornadas además de duras, eran intensas y largas. Por lo que no 20 minutos dudaba que hubieran follado como a él le gustaba. Además, Jinsu podía caminar bien, algo que de seguro no ocurriría después de una sección de sexo. Porque como esclavo sabía lo abrumador que era tener relaciones cuando el lazo entre ellos estaba vigente.

Cuando tenía sexo con Eugene era mejor que la mejor droga del mundo, porque no era solo el cuerpo el que respondía, los sentimientos explotaban entre ellos de una forma que no podría describir y que lo dejaban agotado, pero sobre todo saciado.

Así que, en conclusión, no habían tenido sexo como tal, pero de que habían hecho algo dentro de los vestidores lo habían hecho. Y ahora estaba tenido que escuchar a Sebas a su lado protestar por ello.

Victor por su lado solo le dio indicaciones a Luca que pagara y se encargara de llevar los trajes mientras él y Jinsu pasaron por su lado y ambos se metieron dentro del auto.

Y así como pasaron el viaje ambos bajaron y entraron al departamento.

-Ve a cambiarte- Victor dejó la chaqueta sobre el sofá mirando el reloj- Luca pasará por nosotros en dos horas, debemos estar listos.

Jinsu asintió con una leve sonrisa. Sentía que su cuerpo estaba en una nube y aun podía sentir el miembro de su esclavo rozarse contra sus genitales que estaban algo hinchados por la fricción y aunque era incómodo era una sensación agradable.

-usaré agua fría- pasó por su lado rozándolo con su hombro- me duele todo allá abajo por culpa de cierta persona- dijo la indirecta y miró por encima del hombro para ver la reacción de Victor cuando sus miradas se encontraron.

El humano alzó una ceja.

-Pues usa bastante, que mañana te va a doler más- el comentario lo hizo y después casi se quiso morder e intentó desviar la atención desaborándose los botones de su camisa, pero Jinsu no era estúpido. Lo había oído y bastante bien.

La sonrisa en sus labios se hizo más grande.

-Y entonces por qué no me ayudas. No creo poder lavarme bien yo solo- se quitó la camiseta por encima dejando su torso descubierto y dejando caer la prenda de forma provocativa.

Victor alzó la cabeza con el rostro serio, aunque sus ojos por supuesto que recorrieron la piel desnuda con algunas marcas rojizas causadas por sus labios y dedos. Frunció el ceño.

-Ve a bañarte solo al baño de tu habitación. Yo lo haré en el mío. No compré un apartamento de ocho baños por gusto.

La boca de Jinsu se abrió de la impresión.

-¿Esto tiene ocho baños?- no salía de su asombro. Sabía que el apartamento era grande, inmenso para él por lo que no se había tomado todo el tiempo en recorrerlo, solo en las áreas... normales.

-Uno en cada uno de los cinco cuartos, uno en el pasillo, uno en mi estudio y otro en el gimnasio- Victor respondió calmadamente como si aquello fuera normal.

Así que si había un gimnasio en aquel lugar. No se había equivocado. La cabeza de Jinsu quería explotar. Sin embargo, centrándose en el asuntó.

-pero me quiero bañar contigo- puso las manos en su cadera molesto- Eres mi esclavo, actúa como tal o al menos fíngelo ¿quiere?

-No- la respuesta de Victor fue absoluta y tenía sus razones. Le dio la espalda y se encaminó hacia su dormitorio.

Aunque eso no detendría a Jinsu y menos cuando lo ignoraba de esa forma. Así que corrió hacia Victor y se subió en la espalda de él, enrollando sus brazos en el cuello del humano y sus piernas alrededor de su abdomen.

-Victorrrr tacañññooooooo, bañameeeeeee- le gritaba tirando de él hacia atrás

Victor tuvo que hacer hasta lo imposible para no caerse hacia atrás. Hasta que gruñó.

-No tientes mi paciencia Jinsu. Bájate de una vez.

-No quiero- el vampiro se quedó quieto e hizo un puchero- Tú no me mandas.

Victor cerró los ojos y contó hasta que no supo qué número.

-Bájate- le volvió a decir.

Al ver que no iba a obtener lo que quería el vampiro chasqueó la lengua.

-maldito esclavo- y se soltó de él no sin antes morder la oreja del humano ganando de él un gruñido gutural- Ahora jódete con la erección que te dejé.

Le dijo Jinsu caminando hacia su habitación dejando precisamente a Victor en el medio de la sala, con la mano en la oreja sangrante y con una erección, pero no debido a la mordida. Desde que le había dicho que se bañara con él ya su sangre se había calentado. Y sabía que si se bañaban juntos lo terminaría follando contra la pared y no asistirían al evento.

La mordida... solo había terminado el trabajo de su mente.

Esclavo por equivocación (vampiros)®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora