-Maestro, maestro- Jin corría con una enorme sonrisa en su rostro. La ropa sucia de fango bailaba sobre su cuerpo húmedo pero la sonrisa no desaparecía de su rostro.
Quien lo esperaba sentado debajo de un árbol giró su rostro hacia él con una sonrisa amable y le acarició la cabeza cuando este se dejó caer a su lado abriendo las manos. En su interior había un pájaro que parecía estar herido.
-Lo salve de ahogarse- dijo Jinsu jadeando de haber llegado corriendo- No puedo dejar que muera.
La mano que acariciaba sus mechones pronto bajaron por su nuca y apretaron los cabellos en esa zona.
-¿Qué te he dicho Jin?- la voz grave de aquel individuo estremeció al vampiro.
Los ojos de Jinsu se pusieron rojos y apretó las manos cubriendo a la pequeña e indefensa ave.
-Yo... yo, lo siendo maestro. Yo solo... al igual que usted me salvó de los humanos de morir, yo... no podía dejar que muriera. Si AAAHHHHH- la mano tiró hacia atrás hasta que la cabeza se torció hacia atrás dolorosamente.
-Ah, Jinsu, no haces caso nunca a mis palabras. Te ordené que no te fijaras en nada más que no fuera yo- la mano de su maestro apretó las del vampiro enterrando sus garras obligándolo a abrirlas y agarró el ave que chirrió incómodo.
El hombre miró al animal aún sin soltar a Jinsu que apenas podía ver que estaba ocurriendo por la forma en que estaba su cabeza donde sus vértebras habían sonado hasta que escuchó un sonido extraño como de algo siendo aplastado.
Jinsu se estremeció y sus pupilas se dilataron, en eso fue soltado y al mirar la escena, la mano de su maestro estaba empapada en sangre y plumas que sacudió como si estas últimas fueran un asco y lamió el líquido rojo después. El vampiro menor tembló y sus labios se pusieron blancos. Estos fueron recorridos después por el pulgar mojado de sangre de su maestro dándole color.
-No te entretengas con otras cosas innecesarias. Tu atención es solo para mí.
Los ojos de Jinsu perdieron su brillo y sus párpados fueron cayendo.
-Si... maestro.
Maestro
Maestro
-No, maestro- el gritó de Jinsu resonó.
A su alrededor todo estaba rojo por el fuego. Hacía calor. El cuerpo de Jinsu estaba empapado en sudor.
-Apártate Jin- su maestro le gruñó mostrándole sus colmillos y a pesar del miedo el menor no lo hizo.
Negó con la cabeza, porque si lo hacía... si se apartaba...
-Ah, ah, ah- Jinsu abrió sus ojos llenos de lágrimas y jadeando tan fuerte que le dolía.
Speicer acostado a sus pies alzó la cabeza y lo miró, pero Jinsu negó con la cabeza para que no se moviera. Victor que estaba durmiendo a su lado podría despertarse. Cerró los ojos un momento e intentó tranquilizarse. Su piel estaba perlada de sudor, temblaba todo por ese sueño, que no era tan sueño como se podría pensar... habían sido parte de los recuerdos de su pasado.
Maestro. Si, tuvo un maestro. Ese que lo había salvado de las torturas de los humanos y lo había acogido bajo su cuidado, pero que ahora... no podía recordar ni siquiera su rostro. En el sueño había sido una sombra total esta parte.
Apretó los labios para no soltar un sollozo. Estaba asustado. Las imágenes habían sido tan vividas, y si, daba mucho miedo no recordar el pasado, a quien en ese momento estaba protegiendo en contra de las ordenes de su maestro. Quien había sido aquel que hubiera provocado que se le enfrentara a quien lo había cuidado por tanto tiempo.
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Esclavo por equivocación (vampiros)®
VampirosJin, un vampiro de 263 años trabaja tranquilo bajo la fachada de un humano como diseñador. Hasta... ...que se despierta solo en un hotel sin recuerdos de la noche anterior. Para darse cuenta que ha puesto su marca en algún humano, con quien se ha te...