Jinsu terminó de editar los archivos que tenía en su correo con las indicaciones de Victor. Había visto que había subido con su prometida hacía ya mucho realmente pero se había enfocado en el trabajo que le había llegado. Supuestamente si hacía eso el proyecto ya por fin daría un cierre y él podría descansar. Solo faltaba que Panquisito le diera el visto bueno. Dios, todavía se burlaba del ridículo apodo que le había dado a su esclavo.
Un hombre con el físico de Victor ser llamado así era toda una ofensa. Pero a él que le importaba. Victor era su esclavo, era de él, así que lo llamaba como quisiese.
-¿Luca, puedo ver a Victor?- lo llamó por el teléfono.
Ya a la altura que estaban, él iría por sus medios y entraría a la oficina como perro por su casa, pero con Iris por los alrededores como que era mejor esperar. Sabía que las mujeres podían ser arpías cuando le quitaban al hombre.
-El Presidente está ocupado ahora mismo. Yo te aviso cuando esté disponible-
-Está bien. Pero dile que ya terminé todo. Se lo envié al correo- y colgó.
Bueno y ahora…tenía tiempo libre hasta que a Victor le diera la gana de atenderlo. Se levantó y camino hacia la ventana. La oficina estaba medio vacía pues era la hora del almuerzo. Inesperadamente no tenía hambre. Así debió de comer anoche para que su barriga estuviera así de llena.
Y sí que había sido una buena noche a pesar de haberse levantado discutiendo con Victor. Era que el humano era tan difícil, pero pronto aprendería a tratar con él y las cosas serían fáciles. Tenían muchos años todavía por delante. Además le había dicho que rompería el compromiso. Y lo hacía por él a pesar de que se negara. Así que no se podía quejar.
No podía estar de mejor humor.
Pero entonces vio a lo lejos del callejón otra vez la sombra.
-A no, ni piensen que me van a joder el día- traqueó sus dedos- Al parecer voy a tener que espantar a moscas indecentes- y se dio media vuelta en dirección al elevador. Lanzarse por la ventana desde un piso alto a plena luz del día…no era tan estúpido para exponerse tan a la ligera.
***
Victor dejó los papeles sobre su buró y se apretó el entrecejo. Después de la noche que había tenido como que no tenía fuerzas ni para trabajar y lo que deseaba era acostarse tranquilamente a descansar pero la mujer delante de él no paraba de parlotear.
-Iris, cállate de una puta vez- le soltó con voz grave. Su cabeza palpitaba y ella solo reclamándole por el espectáculo que Jinsu había dado esa mañana.
Y qué espectáculo. ¿Qué demonios estaba pensando dándole un beso así? Lo único positivo es que le resultó más fácil decirle a la mujer por donde van las aguas. Solo que ahora estaba aguantando las perretas de ella. Que no durarían mucho, él tenía cosas que hacer y revisar el trabajo que tan diligentemente Jinsu le había enviado al correo con los cambios.
Agarró el teléfono.
-Luca, llama a Jinsu, es sobre trabajo-
-Entendido- respondió su secretario.
-Iris, ya hablamos, el compromiso se va a romper. La información se mandará a los medios y serás recompensada con 50 millones debido a las molestias. Pero ahora no tengo tiempo para hablar contigo- le dijo el hombre molestándose por la insistencia de ella de no romper el compromiso.
-No lo aceptaré Victor. Seré tu futura esposa, ya tenía mi vida planificada, cuántos hijos y demás-
-Te dije desde el inicio que nunca tendría hijos así que ahora vas a tener la oportunidad de ser madre con otra persona-
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Esclavo por equivocación (vampiros)®
VampireJin, un vampiro de 263 años trabaja tranquilo bajo la fachada de un humano como diseñador. Hasta... ...que se despierta solo en un hotel sin recuerdos de la noche anterior. Para darse cuenta que ha puesto su marca en algún humano, con quien se ha te...