-Está de muy buen humor hoy Presidente-
Victor alzó la cabeza hacia Luca frente a él y se dio cuenta que hacía rato tenía una leve sonrisa dibujada en sus labios.
Alzó los hombros y dejó los papeles que leía sobre la mesa sin mucho interés de seguir revisándolos. Su mente, después de todo, no estaba enfocada en ellos sino en cierta persona.
-Hoy...será un buen día-
Luca no lo comprendió. Si se refería a dinero entonces sería otro buen día más pues el dinero le llovía a ese hombre que le era casi imposible gastarlo si se lo proponía. En cambio sí se refería a su vida sexual...como que hay estaba la incertidumbre. Pero no quiso ser indiscreto y se acomodó las mangas de su traje para ocultaras marcas rojas de sus muñecas provocadas de sus juegos nocturnos.
Su pareja había estado bien entretenida ayer. Y como si le leyera la mente Víctor lo enfocó.
-Y dile a esa persona que tendremos problemas si vuelve a retenerte cuando te llamo ¿Entendido?-
-Sí presidente- Luca hizo una leve reverencia y asintió aunque en su interior sabía que eso no iba a pasar. Victor podría ser todo el macho alfa que quisiera pero su pareja, a pesar de parecer delicado, era de tenerle respeto y miedo en partes iguales.
Al final no supo que era lo que tenía de tan buen humor a su jefe pero así era mejor. Victor relajado era más flexible y menos exigente. Por lo que organizó algunos documentos más hasta que la puerta fue tocada. Pudo jurar que los ojos del mayor brillaron peligrosamente.
Y Luca comprendió todo cuando abrió la puerta y encontró a cierto chico de cabello desordenado y lentes grandes. A diferencia de otros días su ropa era un poco más ceñida y menos estrafalaria. Se veía...bonito.
-Quiero hablar con Victor- fue lo que dijo Jinsu sin el respeto que antes mostraba ante el que era su jefe.
Luca no le negó la entrada sin tener que pedirle permiso a su jefe ya sabía que este lo estaba esperando.
-Luca, déjanos- lo oyó a su espalda y cuando salió cerró la puerta esperando que nada grave ocurriera como la vez pasada. La escena había sido impresionante, Víctor con una hemorragia y el chico en el suelo inconsciente.
Jin avanzó hasta el escritorio de su esclavo sin pasar por alto que los ojos de este lo devoraban de arriba a abajo y no era el primero en hacerlo. Esa mañana se había vestido no como lo hacía en las noches pero si diferente a como asistía al trabajo y había encontrado que más de uno se quedaba mirándolo, sobre todo su trasero redondeado. Si supieran lo bueno que era para moverlo no solo lo mirarían.
Sentía que la ropa era como una barrera y una armadura que lo protegía por lo que esa mañana necesitaría de toda su con fianza para enfrentar su nueva realidad. Y qué mejor que hacerlo tomando su aspecto o lo más cercano al vampiro Jin de las noches.-Sabía que vendrías- Victor había retomado su rostro serio.
Jin también estaba serio y rodeó el escritorio y se recostó en el borde, al lado del brazo de Victor. Si él era el amo pues no se rebajaría a mostrarse tímido y hasta reprimido solo porque este hombre era su jefe en su trabajo. Para su sorpresa este no dijo nada.
Metió la mano en su bolsillo y lanzó la tarjeta de crédito sobre la mesa.
-No la quiero. No soy un perro que necesite limosnas- al menos debía aferrarse al poco de orgullo que le quedaba.
-Te la di con un propósito- Victor agarró la tarjeta y jugó con ella entre sus dedos echándose hacia atrás en su silla para encarar de frente a Jinsu Eres el primero que me rechaza una de mis tarjetas con todo el dinero que tiene adentro y lo que se puede hacer-
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Esclavo por equivocación (vampiros)®
VampirJin, un vampiro de 263 años trabaja tranquilo bajo la fachada de un humano como diseñador. Hasta... ...que se despierta solo en un hotel sin recuerdos de la noche anterior. Para darse cuenta que ha puesto su marca en algún humano, con quien se ha te...