Dentro... ¡Fuera!//Mo Dao Zu Shi

Disputas

Un rostro neutro, una expresión calmada con cejas levantadas pero las manos le sudaban de los nervios y su corazón no dejaba de latir desenfrenado. Zhang Min olvidó pensar en algo, bueno, tal vez en más cosas, la primera: Debía enfocarse en Jin Guangyao y no demasiado en Wei Wuxian, Yao al ser victima de tantos años de insultos y abusos es obvio que armará su plan, sí o sí, cuando entraron al salón no conocía al líder de secta Su (Su She) por lo que tenía planes pero aún no los ejcutaba, es decir, aún estaba a tiempo. La segunda cosa: Ahora medio mundo no estará en contra de Wei Wuxian, pero si de Jiang Cheng ¿Acaso era tonta? lo único que estaba haciendo era pasarle los cargos a Jiang Cheng y nada de la trama cambiaría.

"¡ESTUPIDA! Bueno, por eso pedí la compañía de Lan Wangji ¿No? él sería incapaz de mentir y sería un testigo demasiado valioso. Si está Lan Wangji, está Lan Xichen y ¿A quién le cae mal Lan Xichen? Nadie. Así que, pensando a profundidad, son dos prominentes sectas contra la secta Laling Jin, debería de hacer algo de efecto en esta. Si se utiliza las palabras adecuadas tal vez más sectas se pongan de nuestro lado"

- Se me va a salir el alma- Susurró la menor jugando con los pulgares.

- ¿Porqué?- Preguntó Wei Wuxian con el mismo tono de voz ¿Acaso no podía disimular no haber escuchado nada?

- Bueno, porque quiero que esto funcione sin que nadie salga afectado. Los inocentes de la secta Wen no tienen sangre en sus manos, solo tuvieron la mala suerte de nacer en una secta tan sádica...

- ¡Por favor! ¡Grítalo, Zhang Min!- Gritó repentinamente Jiang Cheng, confiado en el poder de su voz. Tomando aire la chica se levantó situándose a un lado de su líder.

- Digo, que las personas que la secta Jin está maltratando son inocentes- Jin Zixun soltó una burlesca risa torciendo la boca sarcástico- ¿Hay algo que le parezca gracioso?

- ¡Claro! Lo que me da risa es que está defendiendo a asesinos, es imprudente pensar que son lo suficientemente superiores como para convencer a mi tío, y aquí los únicos superiores que hay somos nosotros.

- ¡Mira quien habla de imprudencias! Las personas que mataron en cada oficina de supervisión fueron los objetivos que estaban buscando, a los asesinos y discípulos, ahora solo quedan personas que ni siquiera ha visitado una de esas oficinas- No quería volver a discutir con este chico, la hacía rebajarse a un nivel de tontería que no conocía y por experiencia él ganaría- Ahora, el líder de secta Jiang me pidió que diera opinión, si el líder Jin no te la ha pedido, no deberías ni de hacer una burla o mueca- Jin Zixun volvió a enfadarse, no sabía hacia donde mirar para disimular el coraje.

"Si mal no recuerdo, Jin GuangYao lo utilizó para que Wei Wuxian matara a Jin Zixuan, si hago que su coraje e inconformidades disminuyan hacia Xian, tal vez no pueda utilizarlo... No, la principal razón por la que lo atacó en aquel lugar fue por sospechas de una maldición y aunque alejara a Su She y a Jin Zixun de Jin GuangYao, él tomaría a alguien más"

- Señorita Min- Llamó el líder de secta Yao ¿Quién se creía él para hablarle solo por su nombre? suspiró resignada y giró la cabeza para verlo- Recuerda que solo eres una niña- Levantó las cejas sorprendida, este hombre se sabía cada rumor que existía en el lugar ¿Cómo era posible que no escuchara de ella? conectó miradas con su líder pidiendo que explicara.

- Lider de secta Yao, ella es Zhang Min, discípula principal de la secta Jiang, ella tiene la misma edad que mi hermanastro y yo, es la chica a la que una vez llamaron "Niña fantasma" pues es casi imposible que muera, así que tampoco envejece- Explicó Jiang Cheng

- ¡Ella es sólo un mito!- Gritó sorprendido.

- Un gusto saludarlo, líder de secta Yao- Juntando sus manos y con Jíng entre ellas, hizo una reverencia, dejando pasmado al hombre- Volviendo al tema. Seria injusto que castigaran a un niño por los pecados de su padre, los Wen restantes son familiares de una gran doctora, bastante conocida realmente. Sus manos están limpias y las de ellos también.