Resignación

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Una calidez familiar la rodea, la misma incomodidad en su espalda y la sensación del calor y la humedad le provocó una lagrima antes de siquiera poder despertar, con más atención escucha el canto de muchas aves, la bulla de la gente y unos gritos muy conocidos. Abre los ojos y ve el mismo techo alto de madera. Decide levantarse y a sus pies un niño descansa, bueno, tres niños.

- A-Yang- Uno de los niños es llamado e inmediatamente levanta la cabeza despertando a los otros. Sus ojitos rojos y llorosos le hacen un revoltijo en el estomago y sin merecerlo, la abraza con fuerza sollozando lo más fuerte que puede.

- ¡Shijie!- Grita sin querer soltarse de ella.

Otro de los niños posé una cinta blanca en su frente y llora igual, el niño más pequeño con una marca roja entre sus cejas y por encima de ellas les sigue el llanto, pues sus cuatro añitos no pueden procesar con claridad lo que pasa. Ella, tan sentimental como ellos, los abraza mientras lagrimea en silencio. El llanto de los jóvenes alertan a los adultos, Wei Wuxian es el primero en entrar seguido de su marido y su hermanastro, no saben qué decir y no hay necesidad de hacerlo, no ahora. Lan WangJi retira a los niños con cuidado llevándolos en silencio al patio.

- Zhang Min- La llama Jiang Cheng- ¿Realmente, estás aquí?- Arisco se acerca, sin creer en lo que ve- ¿Quién eres? Estás diferente.

La mujer suspira limpiando su cara, ve hacia Wei Wuxian y Lan WangJi quien ya ha regresado.

- Hay muchas cosas que no les he dicho- Recibe un golpe en su rostro, una bofetada, muy bien merecida según ella.

- ¡Jiang Cheng!- Protesta Wei Wuxian.

- Déjalo, me lo merecía- Defiende la mujer- Bien- Se pone de pie aún con la cobija cubriendo sus piernas- Se los trataré de explicar con lujo de detalle y lo más resumido posible pero...

- No, no nos expliques nada, aquí no hay nada que explicar- Interrumpió Jiang Cheng acercándose y pareciendo amenazante- Pero la próxima vez que vayas a desaparecer, avísame- Confundida por sus palabras y su fuerte abrazo, le era imposible hablar- Es bueno que hayas regresado.

- Jiang Wanyin, ¿Tu sabías...?- Esta vez, habla Lan Wangji

- No sé nada. Pero lo que sí es seguro es que ella nunca se va- Con seriedad responde mientras se separa de la mujer, aún confundida- Hay túnicas en aquel mueble, en cuanto termines de vestirte, sal.

Dicho esto, salió de la habitación, dejándola con Wei Wuxian y Lan Wangji, quienes al mismo tiempo se arrodillaron ante ella, agradecidos.

- ¡No! ¿Qué hacen? De pie- Los detuvo antes de bajar la cabeza hasta el suelo.

- Zhang Min, has traído a Lan Wangji de la muerte, él me lo ha contado todo- La mujer negada con la cabeza haciendo un vil intento de ponerlos de pie.

- Gracias a ti ahora puedo estar con Wei Wuxian- Esta vez fue Lan Wangji quien habló- La secta GusuLan le ofrece eterna lealtad.

"¿Tan puro es su amor? Solo aquí existe algo así" Pensó incrédula de lo que estaba escuchando. Le alivió verlos ponerse de pie y salir satisfechos.

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Había vuelto después de tanto tiempo, tiempo que era difícil de tratar con un estilo de vida olvidado. Acostumbrada a manejar espadas, pelear y no parar hasta el anochecer, a portar cálidas y flojas túnicas, para que de un rato a otro amanecer en un ambiente al carajo de contaminado, rayos solares excesivamente peligrosos para su piel y una dieta demasiado pesada. La energía que gastaba durante los primeros días no era ni la sexta parte de lo que gastaba en el mundo de la cultivación y tampoco tenía edad para ir y buscar un dojo por si misma, un infierno total.

Dentro... ¡Fuera!//Mo Dao Zu ShiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora