Despertar

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Wei Wuxian sentía no merecer vivir, su amado muerto se había llevado esas ganas de tener una vida por delante, pues quería un futuro con él y jamás volver a estar solo. Veía obvio el desprecio de Lan Xichen hacia él, aunque no le gritara o le hiciera un gesto de desagrado como lo suele hacer Jiang Cheng, simplemente se limitaba a ignorarlo o evitarlo. Dolía porque estaban a punto de ser família pero sentía que se lo merecía.

- A-Xian- Llamó Yanli tratando de buscar su mirada- ¿A dónde vas?- Repentinamente se puso de pie, incapaz de seguir en Gusu, el olor, el ambiente y los colores claros le recordaban tanto a Lan WangJi, que lo menos doloroso sería irse, desaparecer y jamás volver, al fin y al cabo ¿Quién lo esperaría?

- Shijie- Suspiró pesado sacando a Chenqing de sus túnicas- No me verán en un largo tiempo. Todo esto me duele tanto que no me faltan ganas de lanzarme a un lago y ahogarme.

La mujer se preocupó en gran medida, lo tomó de las manos para abrazarlo fuertemente.

- Por favor cuidate y vuelve pronto, te quiero vivo.

Pasó frente a la enorme caja donde descansaba su alma gemela, todos lo vieron besar una joya de esta y después partir apresurado. Salió de la residencia y con Peach acompañándolo, se fue apresurado. Jiang Cheng insistió en llevarlo en su espada, pues si estaba dispuesto a irse para calmar el dolor, lo dejaría partir. No podía sentirse completamente empático a su dolor pero creía que tal vez era lo doble de doloroso que perder a su mejor amiga Min, ella era tan comprensiva, tan insoportablemente bondadosa que esa fue la causa de su muerte. Recuerda haber sentido un horrible vuelco en el corazón y un justificado enojo a todo el mundo cuando recibió la noticia de su muerte, pero eso no sería digno de un líder, por lo que solo pudo enfocarse en que hicieran un funeral digno, lo cual ni eso resultó bien, convirtiéndose en una maldita guerra que casi le quita a sus personas más preciadas.

- Didi- La voz de su hermanastro llegó a sus oídos, incapaz de girar la cabeza de la vergüenza de ser llamado así- Cuando quería morir- El agarre de sus manos a su torso comenzaba a debilitarse- Me llamaste "Hermano" y me sentí tan afortunado de volver a escuchar ese nombre saliendo de ti. Creí que moriría feliz sabiendo que, pese a mi métodos de cultivo, alguien me seguiría teniendo cariño.

- Wei Wuxian- Llamó desconcertado tratando de tomar las manos del contrario, pues la espada estaba desequilibrándose.

- Jiang Cheng- Saltó fuera de la espada llevándose al líder con él, juntos cayeron en el pasto de un pequeño bosque, recibiendo los rayos del nuevo sol entre los árboles en cuanto tocaron el suelo- ¿Cómo es qué no he muerto? Jiang Cheng, tu eres el indicado y al único que permitiré que me mate.

El líder harto de las imprudencias, desgracias y calamidades que le pasaban, abofeteó a su hermanastro, callándolo al instante.

- ¡Maldita sea!- Maldijo, se puso de pie tambaleante- Wei Wuxian ¿No crees que ya es suficiente? Hiciste lo que pudiste con los Wen, ya descubriste la maldad de Jin GuanShan y desafortunadamente falleció Lan Wangji ¡Pero no es el momento de ser un estúpido! ¡Date cuenta de lo que aún te queda!

El contrario sobó su mejilla escuchándolo atentamente, sonrió y conectó su mirada con él. Incrédulo de lo que estaba frente a sus ojos.

- Jiang Cheng, aquí el ciego es otro. Deberías darte cuenta de que yo soy la mayor de tus desgracias. Así que es hora de que te lo diga- Se puso de pié, frente a el líder- Yo no lo admitía pero si lo veía, Jiang FengMian si tenía favoritismo- Jiang Cheng permaneció firme, resistiendo estar de pié- Él no te soportaba porque eras hijo de Dama Yu. Siempre te vieron como el segundo después de mí. Maté a tus padres...

- Cállate.

- Fui alguien insoportable para ti, un malcriado niño al que tenías que cuidar por obligación- Realmente aquí ¿Quién estaba herido? Wei Wuxian se sentía libre de decir lo que se le diera en gana, al fin y al cabo, moriría, de eso estaba seguro- Si no hubiese sido tan imprudente como para no llevar un arma ese día y defenderme, Zhang Min seguiría viva- Zidian comenzaba a sacr chispas, queriendo reconocer a Wei Wuxian como una amenaza- ¡Te di mi núcleo dorado! ¡Lo que tienes entre las entrañas era mío! ¿Acaso no te sientes furioso ahora mismo? ¡Tu más que nadie es que debería asesinarme! ¡Te estoy pidiendo me arranques la vida!

Dentro... ¡Fuera!//Mo Dao Zu ShiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora