Dentro... ¡Fuera!//Mo Dao Zu Shi

EXTRA

El tiempo ha pasado, pero tan solo el suficiente para que Xiao Xingchen supiera a donde realmente pertenecía; cultivación, tecnología, mundo moderno, mundo no moderno, realmente él no tomaba esos aspectos para que pudiera darse cuenta dónde y cuando debía estar. Al menos no cuando repentinamente abrió los ojos una mañana después de una pesadilla y su amigo, ahora hijo biológico, lo despertó con sutileza, llamándolo con la voz más tierna que pudo haber escuchado "padre". Con el tiempo ha ido descubriendo y comprendiendo el mundo de la mujer que lo acompañaría por el resto de su vida, libros, videos, audios, películas y medios de comunicación buscaban hacer comprender al mundo de lo que sucedía día a día, y los nativos parecían nunca entender, eso le llevaba a demasiadas incógnitas y crisis mentales, "Si este mundo no comprende su propio entono ¿Qué se espera de mi?"

Eso lo frustraba y terminaba con una ansiedad de querer regresar a lo que ya conocía, a lo fácil y sencillo, pero después su cabeza daba vuelta a los lados y creía comprender todo y nada en lo que dura un rayo del cielo, veía a su esposa y a su hijo, la mujer que no necesitó entender el mundo de dónde él venía para cometer las más puras acciones a base del sacrificio de su propio cuerpo, al final terminaba riendo por las tonterías que pensaba para después abrazarla a ella por los hombros y colocar a su hijo en sus rodillas para seguir viendo la película que tanto le gustaba al infante.

- A-Xiao- Escuchó a _____ llamarlo y levantó la mirada del libro en sus manos- A-Yang y yo iremos al parque, llegaremos pronto- Avisó desde la puerta mostrando la sonrisa que no veía tan seguido cuando era parte de la secta Jiang- A-Xiao- Volvió a llamarlo al no recibir respuesta y tan solo ver una sonrisa boba en él.

- ¡Sí! ¡Claro! yo los espero con la cena hecha- Respondió finalmente después de haber sacudido la cabeza, a lo lejos escuchó a Xiao Yang decirle "¡Gracias papi!" y luego un "Nos vemos luego" de su esposa- ¡_____!- La llamó y ella volvió a meter la cabeza entre la puerta para verlo- Despídete bien- Una enorme sonrisa adornó su rostro, así como también un leve sonrojo, se acercó a paso lento y le dio un beso en la mejilla- Así no te despedías antes- Las risas por fin salieron de su boca- Yo quiero un buen beso.

- ¡Que descarado!- La mujer se burló y el contrario sonrió.

- Si quieres una buena cena hoy entonces me debes dar un anticipo de lo que te va a costar- Después de unas cuantas sonrisas y carcajadas, finalmente lo tomó del rostro y plantó un duradero beso- Ya estoy satisfecho.

Desde que había conocido a Xingchen su vida ha cambiado muy drásticamente, recuerda levemente que los años antes de conocerlo sufría bastante, recuerda demasiado dolor emocional pero no sabe cuales eran las causas, en un inicio creyó que era a la insuperable muerte de sus padres pero ahora no toma ese hecho como muy importante, de todas maneras, poco le importaba que era lo que la hacia llorar tanto, pues ya no lo ha vuelto a hacer desde que se casó.

- ¡Madre!- Llamó el infante señalando un puesto de dulces de toda variedad.

- No entiendo como es que no se te hinchan los cachetes de todos los dulces que comes- Espetó confundida yendo hacia el puesto, pidiendo unas cuantas gomitas y paletas.

- Mamá se ve bonita incluso cuando sube de peso- Intentó alagar Yang en cambio recibió una mirada extraña de su madre, tan extraña como graciosa.

- ¿Y quién dijo que yo subía de peso fácilmente niño?- El chiquillo reía mientras huía de los "golpes" de su madre- ¡Llevo años en artes marciales! ¿Quién te has creído?- Yang parecía no poder parar de reír, su madre a veces era tan fácil de molestar pero muy bromista de igual manera.

Cuando finalmente llegaron al centro del parque, se sentaron en un área verde para disfrutar de los dulces que compraron.

- Mamá- Llamó el niño sin quitarse el dulce de la boca, ella respondió con un sonido de garganta y este prosiguió- ¿No tienes hermanos? ¿O amigos cercanos?- La contraria negó.