Madrugada

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- Mei mei ¿Ya me vas a perdonar?- Volvió a insistir el mayor.

- Te dije que ya estabas perdonado Wei Ying, solo sé más prudente la proxima vez- Le repitió por tercera vez en la noche- Ya casi son las doce...

El castigo adecuado para ambos fue copiar las tres mil reglas del clan tantas veces fueran necesarias para no utilizar la ignorancia como excusa para romper las reglas, entrando un poco en contexto, ambos estaban frente a frente en uno de los escritorios de la biblioteca con hojas en blanco a la derecha y a la izquierda las que ya estaban llenas de tinta ¿Como Wei Ying, siendo un chico desordenado incluso con sus propias prendas tendría orden frente a él? Bueno, tenía frente a él a una niña de otro mundo que estaba en su primer año de preparatoria estudiando finanzas y contabilidad.

El día aún no terminaba, por lo que seguían pasando demasiadas cosas, pues el cadaver de un hombre en la misma sala cubierto con una manta de seda, con la piel rota como un vidrio pero de alguna manera seguía vivo. Era destacable esa experiencia, pues es la primera vez que ve a un muerto frente a ella de una manera tan descarada, dandole un nombre a esas situaciones, le llamaron marioneta.

- Aquel hombre- Habló la menor sin dejar el pincel- ¿Quién crees que lo hizo? ¿Suele ocurrir a menudo?

Si hay un peligro de ese tipo, que mejor que mantenerte informado de todo, sobretodo cuando no conoces el lugar.

- No realmente, a menos que alguien esté utilizando la cultivación demoníaca- Mordió el pincel pensativo.

- No sabía que había dos lados en la cultivación.

- Como en cualquier otro lado mei mei, en la cultivación demoníaca hay muchas consecuencias y la mayoria de las veces es usado para el mal, cualquier persona que la haya utilizado tuvo un final desagradable- Regresó su atención a los pergaminos, volviendo a escribir- Pero todo se descubre tarde o temprano.

Aún con algunas dudas, siguieron escribiendo en silencio. Había reglas que no era necesario escribir, son como las reglas no escritas pero todo el mundo sabe.

* No gritaras ni serás escandaloso.
* Llevarás un cinta como simbolo de autocontrol.
* No causarás problemas.

Y muchas más de estas. Hace un año, antes de entrar en tan desconocida dimensión, Zhang Min tenía algo de práctica con la escritura y poco a poco se le fue fortaleciendo por lo que terminar la primera plana escrita antes de la una de la mañana no fué tan difícil, sumando que en la institución educativa donde estudiaba el mejor aprendizaje era escribir hojas sobre hojas para de ahí, crear notas y apuntes, tenía muy bien entrenado su aguante con la escritura. En cambio, su gege tan solo había escrito la mitad de las reglas de la primera plantilla y ya estaba recostado sobre el escritorio frente a ella. Era evidente que era tan inquieto que no entrenaba demasiado seguido su escritura, sin embargo era muy bueno en ese arte.

- Gege- Lo llamó discreta, tampoco queria perturbarlo con un grito como lo hacía Madame Yu- A-Xian- Volvió a llamar sin recibir respuesta.

Pelear con Hanguangjun y todavía ponerse a discutir con él lo dejó agotado, suponía que no era mala idea irse a cambiar de una vez, no podía dejarlo solo y despierto porque comenzaría a aburrirse y cuando Wei Wuxian está aburrido, significa peligro.

Apunto de salir de la biblioteca para cambiar las túnicas manchadas en sangre se detuvo en seco, "Toque de queda a las nueve de la noche" y ya pasaban de la una de la madrugada, si era atrapada por alguien allá afuera le pondrían otro castigo, pero era necesario. Las túnicas eran blancas y la viscosa tela comenzaba a pegarse en su pierna sin mencionar que tenía sangre seca por toda su pierna y bota. Sin pensar demasiado salió.

Dentro... ¡Fuera!//Mo Dao Zu ShiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora