Caos

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Recorrer la taberna sin ser descubiertos por Jin Zixuan o su gente fue toda una aventura y más cuando la menor chocó con él, nunca había experimentado el miedo a ser descubierta haciendo una travesura por que nunca hizo una a escondidas, nunca tuvo la vergüenza de hacerla frente a sus padres (Claro que a los tres años de edad las miradas no te importan)

Pero esta vez fué distinto, su rostro palideció e inconsistentemente se encogió en su lugar esperando el regaño, tal vez un golpe o que la corriera de la taberna pero su reacción cambió cuando vio que él tenía en sus manos la invitación.

- Esa es...- Era intimidante, eso era cierto.

- Tengan más cuidado la próxima vez- La ayudó a levantarse y le dio la invitación- Que si le pasa algo a ella...- Cortó sus palabras cuando, perplejo, se dio cuenta de lo que estaba a punto de decir.

- ¿Perdón?- Fingió no escuchar para irse lo más rápido, si Wei Ying la ve con él, pasarán muchas cosas por su cabezita loca.

- Nada, y no sean irresponsables- Dirigió su mirada a otro lugar en el pasillo para finalmente irse. Probablemente el pobre pensó que Yanli venía con ellos, por eso le dio la invitación sin quejarse, le daba algo de lastima pero al menos ahora tenían la invitación.

Dando brincos de felicidad se dirigió a la salida donde su acompañante la esperaba con una jarra de alcohol.

- ¡La tengo!- Feliz le tendió la carta pero recibió un gesto de nerviosismo.

- Mejor llevala tú, ahora tengo alcohol en mi cuerpo y estoy seguro de que la volveré a perder- Le dio otro trago al liquido- ¡Agh! Me pareció eterno el tiempo que esperé para que mis labios volvieran a abrirse.

- Tal vez tengas alcohol en tu sistema pero al menos tienes algo de razón y...- Sonriente guardó la carta en su vestimenta- No vuelvas a provocar a Hanguangjun, es muy recto y obediente a las reglas de su secta- En el rostro del mayor se dibujó un puchero.

- Él no es nada accesible y es un grosero- Volvió a tomar.

- Vamos que en cualquier rato me congelare, hoy si hace frío.

Ignorando sus quejas sobre Lan Zhan y arrastrasndo a Wifi un poco ebrio, otra vez, se encaminaron a Gusu. Bien él podría tomarse más de tres jarras de ese alcohol y seguir de pié, pero tal parece que esta vez si estaba algo cansado por lo que la ebriedad llegó rápido. Cuando llegaron a su destino, ya no había nadie, tan solo la marca de una pequeña fogata en el suelo y la amiga soledad.

- No hay nadie, bueno, podemos entrar entonces- Mal presentimiento, un muy mal presentimiento comenzó a crecer en la menor.

Pero era demasiado tarde, ya estaban subiendo escaleras apunto de llegar a la entrada.

- A-Xian, no creo que sea bueno entrar, es un clan prodigioso y de ancestros monjes, deben de tener un toque de queda...

- ¡Si montamos por encima del muro! No nos diran nada- Lo último lo susurró- Ven, si lo hacemos rápido, nadie se dará cuenta- La tomó de la muñeca y brincaron al techo.

- Yo estaré afuera, durmiendo en un árbol, tú inténtalo y si te sale bien- Se cruzó de brazos- Iré yo.

- Si así te sientes más segura, entonces que así sea.

Sonriente se sentó en el techo mientras abría una de las jarras de "La sonrisa del emperador" y la menor buscaba un arbol con el cual esconderse.

Dicho y hecho, Wei Ying se volvió a meter en problemas, pero como le dijo Madame Yu, "Sus problemas ahora son tuyos" no tenía de otra más que defenderlo del gran Hanguangjun, pero una vez estuvo de pié sobre la rama del arbol, observó a ambos pelear mientras Wei Ying protegía a capa y espada su preciado alcohol. Los ataques del más alto eran hábiles y por la fuerza que tiene... En definitiva no podría enfrentarse a él.

Dentro... ¡Fuera!//Mo Dao Zu ShiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora