Dolor

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La intriga y el instinto de supervivencia prevalecía en la mente de Wei Wuxian, mientras escuchaba estupefacto aquella flauta, muy ajena a la suya. La melodía era por no decir peligrosa, mortal y aunque Jin Zixun había dicho que el campo estaba limpio, si lo llegase a escuchar un cadáver a un kilometro, inmediatamente vendría a matar con la misma potenciación que tenía Wen Ning por naturaleza.

El mencionado chico, por su parte, estaba luchando internamente por no ceder a las tan reconocidas notas. Se tambaleaba al salir de su trance inútilmente y segundos despues volvía a ser poseído. Comenzó a atacar a los discípulos como una bestia o un animal, olvidándose de que aún era un humano.

Zixun entró en pánico temiendo por su vida mientras Wei Wuxian trataba de retenerlo con talismanes y golpes de aire.

Por otro lado, en la torre Koi, tanto Yanli como su hermano y proximo cuñado se preguntaban sobre la tardanza del chico, preocupados llamaron a los discípulos por ayuda pero estos eran pocos, pues habían ido a una "expedición" junto a Jin Zixun, cosa que era una mentira total, Zixun era tan cómodo y vanidoso que nunca aprendió a hacer una. Al final Jin Zixuan junto a Lan WangJi fueron a buscarlo, un viaje de quince minutos en espada fue suficiente para llegar a tiempo.

La escena de por si ya era un desastre, bastantes discípulos muertos o inconscientes tendidos en el suelo mientras Wen Ning volaba, brincaba y rugía a gran velocidad de un lado a otro. Lan Wangji inmediatamente buscó con la mirada a su prometido, rezando internamente que su cuerpo no estuviera escondido entre el montón de muertos en el suelo. En cuanto lo encontró corrió hacía él, lo sacudió y llamó pero Xian no estaba ahí, no quería estar ahí.

- ¡Wei Wuxian!- Gritó Jin Zixuan, sacándolo del trance- ¡Detén todo esto! ¡¿Porqué tan de repente atacas?!

- No fui yo...- Logró pronunciar- No fui yo- Habló más fuerte conectando miradas con su cuñado- ¡No fui yo! ¡No tengo la flauta!

- ¡Explícame porque Wen Ning está matando!

- ¡No lo sé! ¡Hay otra flauta!- Soltó de repente, como si el hombre pudiera entender- ¡Yo no lo estoy controlando! intenté con talismanes y golpes de aire ¡Nada funciona!- Zixuan chasqueó la lengua enojado buscando a su primo, fallando en el intento.

- ¿Porqué atacas?

- Yo no ataqué- Se puso a la defensiva- Tu primo Jin Zixun me está inculpando de una maldición que no hice. Apenas hoy descubrí como se llama- Lan WangJi se estaba enojando por todo lo sucedido, culpar a su prometido de algo que jamás haría era una enorme falta de respeto. Sin ceder a sus primitivos instintos solo se colocó detrás de Wei Wuxian, apoyando sus manos sobre sus hombros.

- Hay forma de probar que él no lo hizo- Habló finalmente el chico de blanco.

- ¿Eso que importa ahora? ¡Están matando a mi gente!- Volvió a echar una mirada al campo para después suspirar frustrado- Sé que él no haría tal imprudencia. Es mi cuñado y un muy querido miembro para A-Li- Regresó su mirada hacía su cuñado.

Wen Ning parecía volver a tener algo de control sobre si mismo, comenzó a tambalearse entre los cuerpos y la sangre de los hombres caídos, pero la melodía de la flauta comenzó a sonar más fuerte desesperándolo.

- Wei Wuxian, solo déjalo, A-Li y A-Ling, te están esperan...- Paró abruptamente de hablar, pues repentinamente fue empujado hacía ellos con gran fuerza. Al buscar al culpable, sus ojos se abrieron grandes sin creer la escena- Zhang Min...

Hace una hora Xue Yang pasaba por ese sendero, encontrándose con los discípulos de la secta Jin, hablando sobre la exterminación de Wei Wuxian. Asustado corrió lo más rápido que pudo hacia los Túmulos Funerarios, el chico era tan veloz como un gato montés por lo que en media hora llegó hasta la habitación de su Shijie, informándole desesperado de lo que había escuchado. Ella lo esperaba, eso lo tenía muy en claro, lo que si no pudo creer es, que entre todas las veces que acompañó a Wei Wuxian, Zixun se atreviera a atacarlo cuando no estaba ella. Sin perder tiempo tomó su espada y voló hasta el sendero, por desgracia justo a la mitad del camino no pudo sostenerla más por la falta de energía espiritual, así que se dispuso a correr.

Dentro... ¡Fuera!//Mo Dao Zu ShiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora