Primer día

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Caminando por el ligeramente templado ambiente, en los pasillos de Gusu Lan trataba de calmar su mente con una dulce y apacible melodía que aprendió hace unos segundos, escuchó un guqin siendo tocado y permaneció cerca de quince minutos inmóvil para aprenderla, simplemente hermosa. No era de quejarse mucho pero el dia y la noche anterior no fueron las mejores de su vida, bueno, desde que saltó por ese portal a esta dimensión, todos sus días no fueron los mejores. Pero analizando la situación, pudo haberle ido peor.

En un pequeño puente con vista a un pequeño charco y peces Koi, encontró a sus xiongs conversando con el joven maestro Nie, acercándose lentamente a los chicos percibió un ambiente de furia y burla, apostaba a que A-Xian les estaba contando lo que pasó la noche anterior, pues el joven maestro Nie parecia sorprendio y Jiang Cheng estaba enfurecido con un notable dolor de cabeza.

- ¡Pero defendí a Mei mei!- Alcanzó a escuchar, tal vez llegó en buen momento en caso de que el chico llegase a exagerar el relato, lo conocía y solía emocionarse cuando contaba algo- Le rompió una pierna y yo le rompí más reglas.

- ¡Valla trueque!- Interferió sorprendiendo a los presentes.

- A-Min, Di que lo que dije es verdad- Soltó una leve carcajada mostrando cinismo.

- De hecho me rompieron la pierna por romper sus reglas- Y tenía mucho más por decir pero la mano del de túnicas rojas y negras tapó completamente su cara, sí, su cara, era lo suficientemente grande para muchas cosas pero no para soportar horas de escritura.

Desaparecieron del puente para llegar al "salón" donde serían dictadas las reglas del clan, pero, al llegar, toda boca fue cerrada por la presencia de Hanguangjun, elegante y erguido estaba sentado frente a su pupitre con la mirada fija al frente esperando por su tío. En una de las tantas charlas, Wei Wuxian recordó que le habían mencionado que, en el clan Lan, había personas con un perfecto fisico y no aceptaba a gente con rasgos impuros, ni siquiera como discípulos.

- Bueno, no acepta a gente federica.

- ¡Zhang Min!

- ¡Pues así son las cosas! ¿Para qué dificultar la charla si van a disfrazar los hechos?

Bueno, había olvidado que pese a que la menor era muy tranquila, también era directa. Volviendo al punto, hablando sobre el fisico y la escasa feidad en los discípulos del clan Lan, en efecto, Lan Wangji era realmente atractivo, pestañas largas y onduladas, unos ojos que, tenían un color de cuento, eran maravillosamente color oro con un toque de ámbar y no exageraba, cuando conocía a alguien atractivo, admitía el hecho. Un cabello negro, lacio y largo que, de alguna manera, nunca se enredaba con la cinta en la frente, sus facciones eran finas y muy masculinas pese a su corta edad de quince años.

Y su tío... El hombre era delgado y al igual que su segundo sobrino, erguido y elegante caminaba por el pasillo que dividía dos secciones de al menos dieciséis pupitres cada lado, tenía un poco de barba pero no lo hacía ver viejo, aparentemente fuerte. Feo no era

Pero hay un pero para todo.

Tanto las expresiones de Lan Wangji como las de Lan Qiren eran tan neutras y escasas de sentimiento que parecía que siempre estaban de luto.

(...)

Con solo dos horas de sueño y descanso, escucharon las tres mil reglas, de pie, dictadas por Lan Qiren. El aburrimiento de Wifi se notaba a millas, con discretos bostezos y parpadeos continuos trató de no caer dormido, recibiendo una mirada de advertencia de Lan Zhan.

"Creo que sigue enojado con él por la noche anterior, bueno, no se le culpa, rompieron las reglas de su secta" Pensó Zhang Min, observando a ambos chicos, desde anoche debía de estar alerta con Wei Wuxian, pues si vuelve a enojar a Hanguangjun, lo podrían expulsar. En cuanto a Wei Ying, tan solo paseaba su mirada por la arquitectura esperando a que algo interesante pasara, pero una mirada profunda y desaprobatoria lo intimidó, Lan Zhan le pedía con la mirada que estuviera quieto al menos en su estancia en el lugar, Wei Ying en cambió simplemente lo saludó tratando de simpatizar con él, siendo ignorado. Con un mal sabor volvió la vista al frente para "prestar atención" pero un ligero canto lo volvió a distraer, Nie capturó un pequeño canario y lo tenía oculto en sus túnicas, rezando por no ser descubierto por los mayores. Ambos comenzaron a conversar con susurros riendo a ratos.

Dentro... ¡Fuera!//Mo Dao Zu ShiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora