🧡Capítulo 2~Mereces vivir 🧡

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-Tu padre me ha preparado un café y tu madre me ha ofrecido darme una ducha, pero creo que sería abusar de su hospitalidad. -JungKook seguía con su hermano cargado a su espalda y parado sorprendido en mitad de su pequeño salón.

-Joder, es la primera vez que te escucho decir tantas palabras juntas. -Susurró para sí mismo sin importarle que los demás lo escucharan. Tannie, su pequeño cachorro, salió corriendo de su cuarto cuando ni Jimin ni JungKook seguían en él.

-¿Quién es él Hyung? -Preguntó Jimin sobre su hombro, su mascota acercándose precavida al nuevo individuo en su hogar mientras este lo miraba fijo. -Es muy guapo para ser de por aquí. -JungKook frunció su ceño y lo bajó de su espalda casi dejándolo caer al suelo.

-No digas tonterías, tú también eres muy guapo; precioso. -Encaró a su pequeño hermano, ya no tan pequeño desde que cumplió los catorce y comenzó a crecer como mala hierba. - ¿No tienes deberes que hacer o algo?

-Es sábado. -Respondió feliz señalando el reloj de cocina, las diez de la mañana. JungKook miró de nuevo inquisidor a su hermano, este comprendió al instante la demanda silenciosa. -Iré a escuchar música a nuestra habitación. -Susurró.

-Dame un momento TaeHyung, voy a cambiarme. -Habló mirando al chico que seguía viendo a su cachorro a sus pies.

El pelinegro irrumpió en su cuarto viendo a su hermano tumbado de nuevo en su cama, sin más tiempo que perder comenzó a quitar su pijama y sustituirlo por unos vaqueros negros y una sudadera grande del mismo color.

-¿Quién es él Hyung? -Preguntó su Minnie, de nuevo, mientras cepillaba su cabello en un moñete suelto en su nuca.

-Lo encontré anoche queriendo lanzarse desde el puente que divide la ciudad. -JungKook sabía que era un tema delicado, pero su hermano a pesar de ser menor, había vivido demasiado por culpa de la parte de la ciudad en la que habían tenido que nacer. No lo mal entiendan, eran felices, sus padres y ellos eran felices, pero la vida allí no siempre era fácil y mucho menos de color de rosa.

-¿Y lo has traído a casa? -La tranquilidad con la que Jimin respondió le hizo mostrar una leve sonrisa, su mayor confidente y en quien más confiaba era su pequeño Jiminnie.

-¿Qué tendría que haber hecho? ¿Debería haberlo dejado...?

-No, no, no. -Le interrumpió decidido y seguro negando con su cabeza y manos en alto. -Es solo que...

-Voy a hablar con él, pórtate bien y no molestes. -Ahora lo interrumpió JungKook, dedicándole una sonrisa y bajo el marco de la puerta de su cuarto compartido.

-Sí. -Aceptó colocándose los cascos para darle más privacidad a ambos en el salón. Cuando Jeon volvió a salir allí encontró la taza de café en la pequeña mesita de centro junto a unas tostadas a medio comer y a Tannie dormitando bajo las caricias de TaeHyung en su regazo.

-TaeHyung. -Lo llamó acercándose hasta sentarse en la misma mesita de café, para estar frente a él, pero sin invadir su espacio; no quería asustarlo. A fin de cuentas seguía sin saber la condición emocional o psicológica del chico. -No es que me moleste tu presencia, me alegro de que estés aquí; ¿entiendes? -Habló dulce y calmado como la noche anterior, el rubio ni lo miraba porque realmente no comprendía lo que le quería decir porque... no tenía sentido que alguien se alegrara de que estuviera ahí.

-Yeontan también es un Pomerania. -Dijo sin embargo tras unos segundos de espeso silencio mientras seguía dando cariños al cachorro en sus brazos.

-¿Yeontan? -Preguntó confuso, entonces lo recordó. -Oh, ¿y Jonnie? ¿Qué raza es?

Hold On; de ricos y pobres (KookTae) (TaeKook) (NamMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora