🧡Capítulo 11 ~ Conmigo🧡

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Un bar oscuro, con mucho ruido y gritos, borrachos, mal olor, humo de tabaco por todo el aire e, irónicamente, buena compañía y comida. Ahí TaeHyung se encontraba pasando una agradable velada como no esperaba.

Ni Han ni MinHo habían puesto impedimento o malos gestos a que les acompañara, de hecho el pelirrojo se había alegrado porque le estaba cogiendo aprecio al chico serio y rico. 

Al llegar al bar había una gran mesa con demasiadas personas, incluso Hoonjong yb MinGi estaban allí y lo saludaron haciéndolo sentir bien recibido. Pero sin duda lo que le hizo saber que había hecho bien en aceptar ir fue ver la radiante sonrisa de JungKook mientras JiSoo lo abrazaba entusiasmada por conocer al "niño bonito" de su mejor amigo.

En ese instante, con varias cervezas en su organismo y la cuenta perdida de cigarrillos de tabaco negro que había fumado junto a Suga, TaeHyung estaba en calma sosteniendo sobre sus piernas y entre sus brazos al chico que trataba de borrar su nube negra.

-¿Podéis parar? -Preguntó fastidiado Suga por seguir viendo esa escena de cariños, besos suaves en cuellos o mejillas de JungKook y TaeHyung. -Mi mujer no me hace caso por veros.

-¡Cállate! -Gritó JiSoo en respuesta golpeando el fornido pecho de Suga. -Disfruto ver feliz a Nochu. -TaeHyung se había dado cuenta de ese pequeño e "insignificante" dato; allí nadie gastaba su nombre real o completo, todos desempeñaban seudónimos o acotaciones. Tan solo conocía el nombre real de JungKook y JiSoo porque estis mismos se lo habían dicho. -Además, no soy tu mujer. 

-Aún, en seis meses nos casamos mi amor. -Sonrío mostrando unas rosadas encías, Tae los miró neutro. En otro momento habría sentido celos de esas miradas cargadas de amor, pero ahora solo los miraba con su mirada de los últimos años... fría. -Y dime Vante. -Ahí estaban esos motes, con ese nombre le había presentado JungKook a los demás. Y él no se quejó, era el nombre con el que firmaba sus cuadros y, que Kook se diera cuenta de ese detalle y lo recordara, repartía calidez a su pecho. -¿Cómo "un Kim" del norte conoce a "un Jeon" del sur?

Tal vez esa no fue la intención de YoonGi, pero consiguió llamar la atención de más de una persona en esa gran mesa, tal vez por culpa del alcohol ingerido fue que no pudo controlar su tono de voz. Algunos compañeros de "fiesta" pudieron comprender de donde les resultaba ese angelical rostro conocido o de donde había sacado esas ropas elegantes y de marca el chico de piel intacta, pelo brillante y voz gruesa.

-Hyung. -Se quejó a modo de riña JungKook rodeando el cuello de Tae más fuerte hacia él.

-¿Qué? -Preguntó en defensa este. -¿No sabes de donde viene? -Rio, JiSoo trató de hacerle callar sutilmente. A fin de cuentas, nadie tenía el derecho de reclamar o hacer callar a la víbora por excelencia. -¿O acaso es él quien no sabe de donde vienes?

Y ante todos parecía que la música estaba siendo bajada, que los murmullos constantes se detenían y que el ambiente estaba más denso que antes con un aire de pelea. JungKook descruzó sus piernas y se giró sobre el regazo de TaeHyung para darle la espalda completa a este y así poder encarar al mayor.

-Puede que mi padre fuera uno de los grandes Jeon del sur y que tú cómo mi primo hayas obtenido su legado, pero yo no soy un Jeon poderoso del sur. -Esa relación amor odio por el poder era algo continuo en los primos Min-Jeon, a nadie le sorprendía pero siempre era entretenida de ver. Más de uno deseaba que llegara el día en que cualquiera de las dos partes estallara del todo y se diera inicio a una guerra; porque así son los reptiles de rastreros y llamados por la sangre.

-Cariño, creo que deberías callarte. -JiSoo finalmente intervino susurrandole aquello a su prometido, pero una voz que no esperaban se hizo resonar.

A fin de cuentas un Kim del norte no debería temer a un Min del sur, y menos si estaban en la misma escala de poder.

-Mi padre es el señor Kim del norte al igual que lo fue mi abuelo. -Toda la mesa miró sorprendida al chico de cabello rubio hablar rígido y con la voz plana, como si aquello no le importara. -En mí el apellido solo es un adorno. -YoonGi habría rebatido, algo como que "entonces por qué se atrevía  hablarle", pero Han vio su momento de relajar el ambiente.

-Es cierto, escuché que el heredero Kim era el hijo mayor, más o menos de tu edad Suga. -Dijo el pelirrojo sonriente, sabiendo que había causado el efecto contrario de sus intenciones en varias personas de aquella mesa.

-Pero se fue. -JungKook sintió al instante el cuerpo bajo suyo tensarse de un modo poco agradable, cada palabra que Hwasa añadía lo hacía respirar mas rápido y complicado. -Abandonó su puesto, a su padre ejemplar, a su madre moribunda y a su hermano menor al que tanto decía amar. -La mirada de la morena cayó sobre el rubio quien tuvo que respirar profundo soltando el aire de manera temblorosa. -¿No? -Tuvo la osadía de preguntar aún sintiendo el cambio en el rubio.

-Nos vamos. -La voz de JungKook rugió fuerte y alta en el local, todos lo miraron ponerse en pie y tomar la mano del rubio obligándolo a hacer igual. -Gracias por la cena Noona y Hyung. -Por último encaró a la morena de cabello largo y rizado. -Hwasa, puedo no ser un Jeon poderoso, pero aún puedo chasquear mis dedos y hacerte desaparecer.

 -Hwasa, puedo no ser un Jeon poderoso, pero aún puedo chasquear mis dedos y hacerte desaparecer

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-TaeTae. -JungKook ya no sabía como conseguir su atención. 

Habían salido del bar hacía más de veinte minutos y estaban en unos destrozados bancos cercanos a la tienda de tatuajes donde Jeon había dejada aparcada su moto. Nadie pasaba por allí y quien lo hacía pasaba de largo, era mejor no interponerse en situaciones ajenas y más si tenían que ver con un Jeon junto a un rico en aquella zona. 

Pero es que daba igual los ligeros empujones, los pequeños pellizcos o las veces que JungKook le llamara, TaeHyung había entrado en una especie de shock o trance en el que no reaccionaba a nada. Su rostro duro y sin emociones junto al vacío de sus ojos oscuros sin brillo viendo un punto fijo desenfocado en su mente.

-Lo juro, voy a matar a Hwasa. -Comenzó a farfullar para él mismo en voz alta, caminando de un lado a otro delante del chico sentado en el banco y cabizbajo. -No sé si ha mentido, y me importa una mierda, lo que no puede es hacerte daño. No pienso soportar que te hagan daño. -Ese era el defecto de JungKook, cuando tocaban lo que era suyo; su temperamento relucía como fuego vivo. -Bueno, a NamJoon le dejo que esté contigo porque sé que te cuida, pero nadie más se te va a acercar. -TaeHyung escuchaba la voz acelerada y alterada de JungKook, pero no podía procesar bien sus palabras. -¡Porque tú no estás solo Tae! ¡Tú estás conmigo! 

-Te quiero. -Fue algo necesario, como si por sí solo hubiera fluido desde su pecho hasta sus cuerdas vocales formándose y hubiera sido expuesto con sinceridad.

JungKook detuvo sus pasos de golpe y lo encaró, de un segundo a otro los ojos negros de TaeHyung se nublaron en lágrimas. Por su irresponsable confesión apresurada, por las palabras que comenzaba a procesar que Kook había dicho y porque su hermano se había marchado.

-Niño bonito; hola, por fin estás conmigo. -Fue la respuesta, llegando hasta ponerse de cuclillas entre las piernas de él para sujetar su rostro con delicadeza y conectar sus miradas. 

-Estoy contigo. -Susurró él sintiendo su garganta picar por llorar.

-Yo también te quiero. -Implicó JungKook inclinando su cabeza como muestra de ternura hacia él, solo hacia él. -Está bien que lo hagamos TaeTae; nos atraemos y somos tan diferentes como iguales por lo que nos comprendemos y no juzgamos. Es fácil querer a alguien tan rápido si esa persona está contigo y te hace sonreír.

-Feliz. -Corrigió él. -Tú me haces feliz y eso no estaba en mí hace tiempo. Te quiero.

-Te quiero.

Hold On; de ricos y pobres (KookTae) (TaeKook) (NamMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora