Varios días después de la denominada, por los del norte, "noche de las víboras" el ambiente estaba tan candente en la ciudad que comenzaron los ligeros disturbios.
Los del norte defendían que aquellas frases con connotaciones sobre negocios ilegales o ideas de expulsar a los del sur de la ciudad eran solo patrañas. Muchos del sur o del centro las creían y se quejaban a sus jefes o superiores con insistencia.
Las víboras estaban felices, habían conseguido sembrar la semilla de la discordia y tan solo esperaban el momento clave para dar su golpe final. No deseaban otra cosa más que desmontar y desarmar las estúpidas caretas de quienes se hacían llamar personas de bien.
En ese instante, jueves por la tarde dos semanas después de lo acontecido, los hombres más poderosos de la ciudad estaban reunidos mediante una llamada grupal con el señor Kim Hynjung. Estos le exigían una explicación, una salida a todo aquello, que simplemente tomara cartas en el asunto.
El señor Kim estaba esperando el siguiente golpe, pero las víboras parecían haberse relajado. Aunque sabía que no eran tontos, debían estar esperando el momento exacto para atacar como así predominaba en su naturaleza. Pero ellos, las águilas, eran más impulsivas y sabían cómo atacar.
Decidió preparar una cena en su hogar, una cena que incluía a todos sus socios y personas importantes del norte para así poder darles una falsa seguridad a los del sur de atacar de nuevo mientras ellos debatían en privado sus siguientes acciones. Tenía claro que debían adelantar sus planes de expansión del norte y expulsar de una vez a los del sur de su territorio.
La noticia fue recibida por TaeHyung esa misma noche por su padre y este llamó a JungKook para contarle todo, incluso sus sospechas sobre que su padre tramaba algo. Jeon coincidió con él y junto a YoonGi decidieron no hacer nada aquella noche, ellos les creían imbéciles; pero no lo eran. Tal vez eran demasiado inteligentes.
JungKook tuvo también que aceptar acudir a dicha cena en casa de su novio, su padre y su madrastra lo habían invitado como el amigo nuevo, más cercano y que no era el hijo de su hermano Park, de TaeHyung. JungKook no podía decir que no sin levantar sospechas a pesar del riesgo que corría al acudir.
Kook y Tae sabían que no habían sido muy delicados o cuidadosos en no ser descubiertos, pero valía la pena correr el riesgo a simplemente desvelar su identidad o relación.
En ese momento, Jimin, le contaba sus miedos a su Hyung dejando de lado sus deberes del instituto. NamJoon sentado en el sofá frente a él dejó de lado su ordenador donde trabajaba para escuchar a su bebé.
-Puede que me esté dejando llevar por los nervios y el miedo, pero no quiero que le pase nada a Kookie Hyung ni a Tae Hyung. -Susurró finalmente el chiquillo.
-Bebé. -Le llamó el pelimorado, poniéndose en pie y caminando hacia él. -No les va a pasar nada, yo voy a ir también a la cena. -Jimin asintió cabizbajo. -¿Me quieres acompañar? Podemos ir juntitos a vigilar que no les pase nada si así estás más tranquilo.
Jimin lo dudó levemente, pero asintió cuando su Hyung comenzó a masajear sus hombros tensos. Nam se inclinó y besó una de sus mejillas con cariño.
-Pero no tengo un traje Hyung. -Jimin hizo un puchero involuntario.
-Yo te compro uno. -Concedió sonriente Nam. -Aunque con lo que te pongas estás guapo.
-Ya Hyung, desde ese día que nos bañamos juntos no dejas de decir esas cosas con tonos raros. -Las mejillas del pequeño se tiñeron de un profundo rojo. Habían compartido un baño en la gran bañera de Kim sin más caricias que las necesarias, pero tal vez para NamJoon fue difícil contenerse al ver el delicioso cuerpo de su novio.
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Hold On; de ricos y pobres (KookTae) (TaeKook) (NamMin)
FanfictionDe ricos es ser indiferente y egoísta; ser feliz pero muy serio y estirado; ser derrochador y nada trabajador. De pobres es ser desinteresado y empático; ser desdichado pero sonreír y positivo; ser tacaño y muy trabajador. ¿Cuántos de estos estigmas...