🧡Capítulo Final~2/2🧡

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"Tae no intentó suicidarse"

Con esas palabras en un eco repetido, taponando incluso sus sentidos, fue que abrió la puerta del cuarto de hospital. La luz del sol que entraba por el gran ventanal allí dentro era más notable y reflejaba contra las paredes blancas cegando momentáneamente a JungKook.

Con tres pasos cortos y ligeros, para estar tan débil, consiguió entrar y cerrar la puerta de nuevo tras él. Alzó su vista al frente de sus zapatillas de hospital y sus piernas desnudas, pues su cuerpo solo estaba cubierto por una bata de color blanco y azul.

Su vista entonces se estancó en la perfecta silueta que él reconocía como el cuerpo más sexy y perfecto del mundo, Tae estaba tumbado boca arriba en una camilla y, a pesar de estar tapado hasta mitad de su pecho, la forma de sus caderas y piernas se marcaban bajo la sábana.

Sus pies se arrastraron hacia la camilla, viendo cada vez más de cerca su idílico rostro. Su corazón bombeando tranquilo y en paz ahora que sustituía el último recuerdo de sus facciones por unas más vivas y bellas. Esa piel pálida y arrugada volvía a ser ligeramente canela, sus labios morados estaban pigmentados de un rosa vivo y sano y sus ojos de venas marcadas ahora descansaban relajados con sus espesas pestañas revoloteando con gracia.

Con cautela llevó su mano derecha al centro del pecho del chico, el duro músculo se elevaba con cada respiración profunda y tranquila del chico. Su mano izquierda yendo hasta acunar su mejilla y parte de su mandíbula cuadrada, sintiendo la calidez de su piel llegar a la suya de forma idílica.

-Mi niño bonito. -Susurró embelesado con su belleza. Dejando que la pena y el dolor desaparecieran de su pecho del todo cuando, al escuchar su voz suave y dulce, TaeHyung abrió sus ojos de golpe.

-Mi amor. -Susurró perplejo de vuelta, viéndose a los ojos y desesperado por sentirlo. TaeHyung se sentó de golpe sobre el colchón, envolviendo al instante el cuerpo de él entre sus brazos. Ninguno quería llorar, pero ya lo estaban haciendo mientras trataban de fundirse más y más en el cuerpo contrario y su calidez. -Perdón por déjarte en el puente.

-Hiciste lo que sabías que yo quería que hicieras. -Le reprochó él, aferrándose a la piel desnuda que dejaba el pijama de hospital en su espalda.

-Perdón, perdón por asustarte así y hacerte daño. -Tae, cuando despertó, fue informado de todo la acontecido por SeokJin y NamJoon ya que él no recordaba nada. Cuando procesó la información casi sufre un ataque de pánico al saber lo que le había causado a JungKook, lo irresponsable que fue y todo por dejarse guiar de nuevo por su dolor. -Te hice prometer que nunca llorarías y he sido el causante de tanto dolor en ti.

JungKook podía estar llorando, podía llorarle mil años, perdonarle cien dolores; pero no podría perdonarle que se dañada a él mismo.

Por eso se forzó a separarse, subiendo con ayuda de él a la cama también, y uno frente a otro sujetaron sus manos con fuerza.

-¿Qué pasó Tae? -Se sentía ridículamente miserable, incluso avergonzado de haber causado todo aquello, pero debía ser sincero con él.

-La rabia me cegó, ni si quiera eso. -Sus ojos oscuros bajaron a sus manos unidas, recordando cuando Jennie y los demás volvieron y él no. -Me volví a sentir vacío, era como si no pudiera respirar y mi corazón no latiera; nada tenía sentido porque tú no estabas. -JungKook se tragó las ganas de confesarle que él casi muere ahogado al no respirar porque veía que él no lo hacía. -Cuando fui consciente de lo que estaba haciendo era correr hacia casa. -Como recorrió cada calle, como su mente vacía solo le pedía correr y correr. -Cuando llegue, no sé, quise golpear a mi padre y hacerle pasar el mismo dolor y sufrimiento que yo he pasado creciendo a su lado.

Hold On; de ricos y pobres (KookTae) (TaeKook) (NamMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora