🧡Capítulo 9 ~ Adorable🧡

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🧡Los Jimin y NamJoon de esta historia; al fin aparecen 🧡

Kim NamJoon; uno de los herederos más importantes de una de las mayores empresas, situada obviamente en la zona norte de esa pequeña ciudad, una zona rica por la exploración de la zona sur quienes eran los pobres

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Kim NamJoon; uno de los herederos más importantes de una de las mayores empresas, situada obviamente en la zona norte de esa pequeña ciudad, una zona rica por la exploración de la zona sur quienes eran los pobres.

NamJoon era hijo único, criado con amor por su madre y padre quienes siempre le inculcaron los valores que ellos mismos no aprendieron de los suyos. El padre de NamJoon y el padre de TaeHyung eran primos hermanos lo que les convertía a estos en primos segundo. Algo que particularmente no les importaba; ellos era primos, hermanos y mejores amigos.

NamJoon siempre fue respetado a pesar de que no tenía amigos cercanos porque veía la hipocresía en las personas que le rodeaban. En todos menos en Kim TaeHyung.

La historia de ambos mejores amigos empezó en el colegio, donde ambos se conocieron en clase y crearon un lazo al instante, pues sus padres se avergonzaban tanto de ser familia que ni se nombraban. NamJoon había descubierto en TaeHyung un chico que no temía en aquel tiempo ser como era; mostraba su llanto, su sonrisa y sus pensamientos con libertad.

Pero eso se había acabado varios años atrás y NamJoon no sabía cómo devolver esa alegría única a su mejor amigo. Estaba bien con que fingiera ser elegante, serio y frío ante los demás, porque él hacía lo mismo en busca de ese respeto intacto de los poderosos, pero en la intimidad echaba en falta a su tierno, dramático e infantil amigo.

En ese momento, un día normal entre semana, NamJoon volvía a debatir consigo mismo cómo podía ayudar a su mejor amigo. Cuando al pasar por la puerta, de la que fue su escuela, recordó su infancia y adolescencia junto a él.

Avanzó dejando atrás la institución Golden en su costoso Lamborghini a una velocidad relajada, tal velocidad le permitió ver algo desagradable y que él jamás pudo tolerar.

NamJoon era una persona tranquila y risueña, hasta que el acoso de cualquier tipo se mostraba ante él.

Detuvo su coche en una zona reservada para la carga y descarga de productos alimenticios, pero nadie le diría nada, a fin de cuentas su familia junto a la Tae dirigían esa ciudad.

Salió de su coche tratando de respirar profundo, porque a quien se iba a enfrentar era a niños o adolescentes de la que un día fue su escuela.

Caminando tras ellos apretó su mandíbula. Un grupo de cuatro chicos, valga a relucir su valentía de grupo, lanzaban papeles, restos de comida e insultos a otro chico que caminaba delante de los mismos a pasos rápidos.

-¡Hey! ¡¿Por qué no nos contestas?! -Gritó uno de los acosadores.

-No finjas tener educación niño rata. -Le dijo otro de ellos dándole un empujón por su pesada mochila, el chico trastabilló.

-¿Por qué es un niño rata exactamente? -Su voz había sonado gruesa, imponente, como en las juntas que realizaba en la empresa. Los cuatro chicos se giraron al instante, sin embargo el acosado solo detuvo sus pasos.

-Señor Kim. -Dijo uno de ellos, al instante los cuatro chicos hicieron una reverencia.

-He hecho una pregunta. -Puntualizó NamJoon serio con las manos metidas en los bolsillos del pantalón de su costoso e impoluto traje. -Responder. -Demandó, los cuatros chicos se miraron entre sí, finalmente uno habló.

-Es una rata de biblioteca.

-Además es del sur, las ratas pobres como él deberían quedarse allí. -Añadió otro con una sonrisa arrogante.

-Me dais lástima. -Dijo tranquilo NamJoon, los chicos lo miraron confusos. -Si tuvierais un poco de razón y conciencia sabríais que ese chico se merece mucho más respeto que vosotros por simplemente luchar por una mejor educación mientras a vosotros os la regalan por nacer donde habéis nacido. -El chico que había estado recibiendo insultos seguía de espalda a ellos, con su espalda ligeramente más relajada; no podía creer que alguien del norte le estuviera defendiendo. -Por lo que veo la riqueza y educación de vuestros padres y colegio no os ha servido de nada. Os sentís importantes por algo que vosotros mismos no os habéis ganado, él sin embargo debería estar orgulloso y vosotros besarle los pies.

-Señor Kim... -Trató de hablar uno de los chicos, NamJoon levantó su mano en alto pidiéndole que callara.

-No quiero perder mi tiempo escuchando vuestras estúpidas excusas. -Miró al niño que seguía de espaldas. -Chico. -Lo llamó, este titubeante y cabizbajo se giró para ver a su salvador del norte. Grande fue entonces la sorpresa de ambos; su salvador era el pelimorado amigo del amigo de su hermano que aquel sábado fue a su casa y por ende el chico que insultaban era el pequeño pelinegro adorable de labios gruesos y rosas hermano de JungKook el nuevo amigo de su mejor amigo. -Jeon. -Llamó a Jimin erróneamente, creyendo que al ser Jeon JungKook el chico sería también Jeon. -Ven, te acerco a casa.

Jimin no debería haber aceptado, pero echando un vistazo a sus acosadores y compañeros de curso supo que si se quedaba recibiría una de sus palizas por la humillación que acababan de pasar. Así que solo asintió y se acercó al pelimorado para seguirlo en silencio hacia su costoso coche.

-¿Suele ser recurrente? -Preguntó NamJoon una vez ambos estaban en el coche, en un silencio pesado más bien incómodo para el menor. Jimin solo negó mirando sus manos entrelazadas sobre su regazo. -¿De verdad? No te creo. -Acotó NamJoon. -¿Por qué no se lo dices a tu hermano? -Jimin seguía en silencio, vergonzoso. -¿Vas a decir algo o solo...?

-No soy Jeon, soy Park. -Interrumpió en un susurro bajo, de voz dulce como azucarada. NamJoon mordió su labio inferior conmovido por esa voz. No podía negar lo evidente, ese niño era una ricura...una ricura azucarada que se quería comer.

-Pensé que al JungKook ser Jeon tú lo serías también. -Explicó mirando al chico de soslayo.

-Tenemos padres diferentes, solo compartimos a mamá. -NamJoon sonrió por su ternura.

-¿En qué curso estás? -Preguntó comenzando a cruzar el puente divisorio de sectores.

-Tercero. -Susurró bajo.

-Mi prima está en tercero. -Jimin lo miró por primera vez, ojalá no fuera una de esas chicas de su curso que lo odiaban simplemente por existir. -Ella suele estar sola, tampoco tiene amigos allí porque piensa que todos son unos hipócritas y falsos. -El corazón de Jimin latió emocionado. -Se llama Rosé, ¿la conoces? -Jimin negó efusivo, esa chica no sonaba mal. -Le diré que he encontrado un chico bueno y agradable como ella.

-Pare aquí, me bajaré. -NamJoon detuvo su coche confuso y se inclinó para mirarlo.

-Te llevaré a tu casa. -Dijo Kim seguro viendo los pequeños ojos almendrados del menor.

-No quiero que mamá o papá me pregunten quien me ha traído, su coche llama mucho la atención y los vecinos son cotillas. -Explicó comenzando a bajar del coche, cargando su mochila a su espalda y sintiéndose idiota por no saber cómo despedirse. -Adiós señor Kim y...

-Hyung, NamJoon Hyung. -Pidió el pelimorado interrumpiéndolo.

-Gracias por traerme y ayudarme NamJoon Hyung. -Susurró mostrando un ligero tono carmín en sus mejillas. NamJoon volvió a morder su labio, necesitaba contenerse. Los chicos tiernos siempre fueron su perdición.

-Espera. -Pidió buscando en su chaqueta de traje su cartera para sacar una de sus tarjetas de visita. -Este es mi número de trabajo, pero siempre llevo el teléfono conmigo. -Le tendió la tarjeta. -Llámame.

-¿Que le llame? -Preguntó curioso, arrugando sus cejas marcadas y aumentando el sonrojo en su rostro adorable.

-Si esos chicos vuelven a molestarte, si necesitas algo. Llámame.

-Oh, okey. Gracias señor Kim... Hyung.

-De nada...

-Jimin.

-De nada Jiminnie.

Hold On; de ricos y pobres (KookTae) (TaeKook) (NamMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora