-Ha sido un día largo.
-Ese tatuaje casi me rompe la muñeca de la precisión que debía tener.
-Fuiste tú quien decidió que el puntillismo sería tu especialidad niño bonito.
-Ya lo sé, niño rudo.
La noche ya había caído, por suerte el verano era cálido y daba horas de día más largas. La pareja tatuada salió de su estudio de tatuajes en el sur de la ciudad entrelazando sus dedos hasta llegar a su moto aparcada y subir en ella para ir a casa.
Mientras recorrían la ciudad, de una punta a la otra en su moto de cromado negro, JungKook no pudo evitar recordad con añoranza aquellos tiempos pasados.
En el sur habían sido sus inicios, en aquellas calles que ya no eran oscuras y reflejaban una limpieza idílica con los gritos de los niños jugando aún en los parques y las personas disfrutando su tiempo libre en las terrazas de los bares.
En el puente, con el sol reflejando anaranjado sobre el agua del río, que en su día fue divisorio y ahora les unía. Allí había sido el epicentro de su vida, donde conoció al amor de su vida de una forma dramática y dolorosa aún de recordar. En ese puente fue donde terminó de crearse como persona y dónde luchó por los suyos contra los que en su día fueron oponentes.
Llegando al centro vio las tiendas que fueron del señor Im y que él junto a sus amigas destrozaron. Ahora estaban de nuevo abiertas y eran dirigidas por el hijo de este, Lucas había resultado ser un niño realmente luchador, correcto y emprendedor dejando atrás las malas costumbres de su padre y sacando así su familia adelante.
Más al centro, serpenteando por las callejuelas para evitar el tráfico de la salida de las empresas de bolsos y zapatos, vio esas paredes que en su día habían sido pintadas por las víboras con mensajes de rebelión. SeongHwa salía justo del ayuntamiento y se encontraba con San en la puerta de comisaría, ambos les saludaron cuando pitaron llamando su atención.
Las fábricas de producción habían sido completamente limpiadas de negocios ilegales, ahora realmente eran ventas limpias de zapatos y bolsos de diseño. Y su hermano, su pequeño Minnie, dirigía la más famosa y prestigiosa de todas. Kim-Park había sido un resurgimiento épico para la economía que decayó en el pueblo cuando dejaron los negocios ilegales.
Aquella fue una mala época de renovación tras la rebelión ganada, las autoridades del país habían detenido a todos los implicados en la fabricación y venta de droga. Por lo tanto la economía del pueblo decayó inmensamente, pero las águilas y víboras eran luchadoras por naturaleza. No tardaron más de dos años en volver a ser lo que habían sido, la envidia del país, y esta vez de forma legal y respetable.
Al entrar al complejo de casas de lujo, JungKook abrazó el torso de TaeHyung y pegó más su mejillas a su espalda, la casa que fue de él estaba cerrada y en condiciones desastrosas. Pero es que nadie se quiso hacer cargo de una casa que portaba tantos malos recuerdos, ni SeokJin, ni Hyuna y mucho menos TaeHyung y JungKook.
La moto se detuvo frente a su hogar, una mansión algo más pequeña de tan solo una planta y con el servicio justo. Jessie, Hwasa y HyunJin les dieron la bienvenida con sonrisas cálidas, sus cachorros Yeontan y Tannie corretearon entre sus pies huyendo de su mayor pesadilla.
Ese niño del demonio.
-¡Papis! -El pequeño YeonJun apareció desde el salón de la casa corriendo con sus cortitas piernas y haciendo que su pelo rebelde, nunca peinado, se moviera con cada bote que daba.
-¡Hola, mi amor! -Saludó TaeHyung, tirándose de rodillas al suelo para recibir el apretado abrazo de su hijo. JungKook se acercó a ambos viendo con amor a sus amores. -Arriba, pequeño. -Dijo cargando al menor en sus brazos para ponerse en pie con él.
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Hold On; de ricos y pobres (KookTae) (TaeKook) (NamMin)
Fiksi PenggemarDe ricos es ser indiferente y egoísta; ser feliz pero muy serio y estirado; ser derrochador y nada trabajador. De pobres es ser desinteresado y empático; ser desdichado pero sonreír y positivo; ser tacaño y muy trabajador. ¿Cuántos de estos estigmas...