Tras el peculiar encontronazo con el joven sirviente, tema del que ninguno dijo nada en particular, dieron comienzo a su cena. JungKook bromeaba comiendo delicado, pero a niveles exagerados y burlescos, diciéndole temer manchar su nueva camisa de diseñador. Tae alagó lo bonito que se veía con ella.
-Ya he avisado a Minnie para que le diga a mi madre y Heechul que no voy a cenar y llegaré tarde. -Dijo JungKook dejando su móvil de lado sobre la alfombra.
-¿Heechul? -Preguntó Tae frunciendo sus cejas.
-¿Hyuna? -Preguntó en respuesta Kook copiando sus gestos faciales, Tae lo señaló con gracia.
-Mi madrastra, es la esposa de mi padre desde hace dos o tres años. -Miró el bol de fideos casi vacío. -No lo sé, ni me importa.
-Es el marido de mi madre, el padre de Minnie y mi padre postizo. -Tae lo miró de golpe. -No me gusta decirle padrastro, suena a película mala de domingo por la tarde en televisión. -TaeHyung río ligeramente antes de quedarse en silencio unos minutos.
-Mi madre murió hace tres años de cáncer. -El silencio tras esa confesión si que resultó espeso y sofocante. JungKook se puso en pie y le ofreció su mano colocándola a la altura de sus ojos.
-Mi padre se suicidó cuando yo tenía cinco años. -La mano que TaeHyung tendía hacia el chico quedó temblando a escasos centímetros de tomar la de él. -Ese es el primer recuerdo que tengo de mi infancia, el recuerdo más fresco y claro.
TaeHyung trataba de conectar cosas, la frase escuálida que él le dijo aquella noche en el puente sobre que no podría volver a pasar por lo mismo. La sonrisa que su madre siempre llevaba, el gran amor que le tenía a su medio hermano pequeño, que él pareciera feliz y estuviera a su lado sabiendo lo que quiso hacer...
-Ven. -Canturreó quejica tirando de la mano de él por su cuenta, haciéndolo poner en pie y llevando a ambos para sentarse frente a frente de piernas cruzadas en medio de la gran cama. -No sé que estás pensando, pero si estás sintiendo lástima de mí recuerda que a ti tampoco te debe gustar que sientan lástima por ti. -Susurra Kook con la voz plana al observar que él parecía perdido en sus pensamientos mientras abría su pequeño bolso a un lado de él.
-No siento lástima de ti porque tu padre esté muerto. -Confesó, JungKook sonrió de lado, ese chico y su lado real (el que no era etiqueta frente a los demás) le gustaba cada vez más cuanto más los conocía.
JungKook prendió el cigarrillo de marihuana que llevaba preparado desde esa mañana en su bolso dando una profunda calada, el humo esposo blanco aromatizado el cuarto al instante.
Ofreció una calada a Tae, quién abrió su boca ligeramente esperando que él le introdujera el humo en su sistema. De nuevo sus labios apenas de rozaron y sus cuerpos ni se tocaron mientras se pasaban el humo.
-Entonces. -Comentó Jeon tras varias caladas compartidas. -¿Por qué me mirabas así? -Preguntó dando él su propia pipada.
-Porque no sé si estás aquí conmigo por lástima o compromiso. -JungKook inclinó su cabeza hacia un lado sonriendo, él trataba de rascar sus ojos sin desmontar sus lentillas azules.
-Quítate las lentillas, tus ojos negros son más impresionantes. -Tae asintió complacido, odiaba esas lentillas. Sabía que le hacían lucir bien, pero era más gratificante escuchar que sus ojos naturales son bellos. -¿Por qué las llevas? ¿Por qué te tintas el pelo? Yo solo me hice castaño una vez.
TaeHyung abrió su boca pidiendo más humo blanco, JungKook se lo concedió apoyando su peso mareado por la droga en uno de los muslos del chico con su mano libre del cigarrillo.
-Estética. -Dijo simple exalando el humo, él asintió. Veía de nuevo ese aura oscura y decaída en Tae por su pregunta, por no haber respondido a la propia.
Con delicadeza tomó la mano izquierda del chico y le pidió silencioso que sujetará el cigarrillo; acto seguido se puso de rodillas sobre el colchón. Gateó el ligero espacio que los separaba hasta montarse sobre los muslos de él, entonces se dejó caer colocando su trasero en el hueco que habían dejado las piernas del rubio al estar en posición flor de loto.
Las propias piensas de JungKook se enlazaron en la espalda baja de TaeHyung y sus manos treparon por su pecho dando ligeros toques hasta enterrar sus dedos en las finas y largas hebras rubias.
-Tus ojos son bonitos, estoy seguro de que tu pelo negro natural es bonito; por algo eres mi niño bonito, ¿no? -Preguntó inclinando su cabeza con gracia hacia un lado mientras mostraba un ligero puchero. Los ojos rojos en sus córneas de ambos se miraban fijamente. -No me das lástima Tae, no eres algo así como un compromiso. -Los ojos de él temblaron anticipados. -Ya te lo dije, me gusta verte sonreír, quiero verte feliz. Y no me pidas una explicación racional porque no la tiene.
Las grandes y cálidas manos de TaeHyung envolvieron los huesos marcados de la cadera de JungKook, estrechando más su cuerpo hacia el de él. Sus ojos seguían fijos viéndose, tal vez era una locura, pero aquello que hacía latir su corazón por primera vez en años no podía estar mal.
Más que nada porque no sé sentía mal para ninguno de ambos.
JungKook forzó la mano de Tae con el cigarrillo a llegar a sus propios labios y dio una profunda calada, después con sus ojos señaló los labios de él quien abrió la boca expectante de la droga.
Lo que llegó fue la mejor de las drogas.
El humo escapaba entre sus bocas mientras la lengua de JungKook se colocaba directamente para arrasar con la de él. Las manos en sus caderas hicieron presión enroscando su propia lengua en la ajena y uniendo sus labios del todo al fin.
Pronto se escucharon chasquidos en el cuarto y pequeños murmullos complacidos mientras se forzaban más y más a pegar sus cuerpos en esa comprometedora posición. Los dedos del pelinegro tirando ligeramente de su cabello, las manos de él dejando marcas bajo la camisa Gucci que arrugaba en las caderas del menor.
-Perdón, lo siento señorito Kim. -Ambos se separaron de golpe al escuchar esa voz de nuevo. El tal HyunJin los miraba asombrado y fingiendo malamente sus celos desde la puerta cargando unas bandejas con dulces caseros.
-Al menos ya ha aprendido a llamarte como debe. -Dijo riendo JungKook pegando sus labios al oído izquierdo de Tae.
-HyunJin, ven. -Demandó ordenando que dejara la bandeja sobre su cama, no quería separarse de JungKook por nada. -Ya puedes retirarte, y es la última vez que te digo que toques la puerta antes de entrar.
Sin más el rubio se retiró, escuchando la risa ahogada de JungKook en el cuello de TaeHyung.
-Me encanta el Tae rico dominante. -Susurró antes de succionar ligeramente el cuello de él.
La carcajada de él resonó en el silencioso cuarto, Kook salió de su escondido sonriendo amplio, encantado por el sonido. Dando así inicio a otro beso demoledor.
🧡🧡🧡
Nota: Sí, me estoy dando cuenta que está historia me está saliendo algo tóxica pero a lo sano...me explico: tipo siendo muy orgullosos y con ego sabiendo su valor a su modo. JungKook tiene muy buena autoestima y eso trata de hacerle entender a TaeHyung; quién solo finge ser imponente por su posición económica. ¿Qué tal?
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Hold On; de ricos y pobres (KookTae) (TaeKook) (NamMin)
FanfictionDe ricos es ser indiferente y egoísta; ser feliz pero muy serio y estirado; ser derrochador y nada trabajador. De pobres es ser desinteresado y empático; ser desdichado pero sonreír y positivo; ser tacaño y muy trabajador. ¿Cuántos de estos estigmas...